El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, que se proclamó presidente interino de Venezuela, pidió este lunes a Uruguay que no permita la transferencia de unos 1.000 millones de dólares que, aseguró, intenta hacer el Gobierno de Nicolás Maduro a ese país.
«Están tratando de mover desde Bandes un dinero que está en una de las cuentas a Uruguay, el llamado es a Uruguay para que no se preste para que roben parte del dinero, podemos estar hablando de entre 1.000 y 1.200 millones de dólares», dijo Guaidó a periodistas desde el Parlamento, de mayoría opositora.
Según el líder de la Cámara, el Gobierno de Maduro intenta mover los recursos desde una cuenta en otro país, que no especificó, del propio Bandes, y dijo que fue informado del hecho por miembros de «altísimos círculos» de la institución financiera.
«Porque (ellos) saben que lo protege es el estado de derecho, la Constitución», añadió.
En ese sentido, aseguró que estará «muy vigilante» y tomará las «acciones pertinentes» en las próximas horas.
Guaidó lideró desde el Parlamento, el pasado 15 de enero, una iniciativa opositora para exigir a 46 países que no permitan al Gobierno de Maduro disponer de los recursos de Venezuela en esos territorios.
Mediante un acuerdo votado por la mayoría opositora, la Cámara instó a los 46 países a que «instruyan a los organismos regulatorios de las entidades financieras la prohibición expresa de cualquier manejo de activos líquidos del Estado venezolano».
Esto, con el fin de «garantizar la protección» de los fondos en vista de «no contar» Venezuela «con representación legal ante los entes regulatorios».
La misma petición se hizo a la banca privada de estos países, una lista en la que, además de los 28 de la Unión Europea, destacan Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos, Bulgaria, Rusia, China, Turquía y los Emiratos Árabes.
Esa decisión, que el Gobierno de Maduro rechazó y el Supremo anuló al reiterar el «desacato» en el que declaró al Parlamento hace casi 3 años, hace parte de la batería de actos legales con los que el antichavismo aspira cercar a Maduro.
Guaidó elevó la tensión política en Venezuela al adjudicarse las competencias del Ejecutivo como presidente interino hace casi dos semanas, un acto que el presidente Nicolás Maduro, que gobierna desde 2013, cataloga como «autoproclamación».
El líder chavista se impuso con holgura en los comicios de mayo pasado, a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos y estar inhabilitados sus principales partidos y dirigentes.
Por tal motivo, el antichavismo considera que Maduro «usurpa» la Presidencia y que las competencias del Ejecutivo recaen en el jefe del Parlamento hasta que sean convocadas nuevas elecciones, con base en la interpretación que hacen de varios artículos de la Constitución. (EFE)
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