“Vamos a hacer volar los techos de la producción de alimentos”, afirmó el precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Colorado, Ernesto Talvi, en nuestra ciudad este martes 5 de febrero. Reunido con vecinos en la Plaza Independencia de la ciudad, en el marco de su gira Pueblo a Pueblo, el líder del sector Ciudadanos explicó que mientras que “hoy Uruguay produce alimentos para 28 millones de personas, tiene la capacidad de duplicar la producción en diez años”.
Luego de recorrer Nueva el Helvecia, de visitar el Hogar de Ancianos de Tarariras, de reunirse con la Sociedad de Fomento y con vecinos de la localidad, y de visitar el Puerto de Nueva Palmira, Talvi se reunió con los ciudadanos de Carmelo y destacó el potencial productivo de Uruguay.
Si bien Uruguay tiene recursos naturales y la capacidad de explotarlos para producir el doble de lo que genera hoy, la falta de competitividad, lo caro que es producir y el hecho de no tener acceso preferencial a otros mercados se convierten en “techos” de la producción, que le impiden aumentarla.
El atraso cambiario, las tarifas altas y con fines recaudatorios, la dificultad de acceso a los mercados internacionales, el abigeato, y las jaurías que matan ovejas son algunos de estos techos que limitan la producción local. Por todo esto, para los uruguayos, producir no es negocio, un fenómeno que afecta incluso a los sectores que están en el pico de productividad como el arrocero y el lechero.
Para duplicar la producción de alimentos en 10 años, Talvi propone terminar con el atraso cambiario y bajar las tarifas de los servicios públicos para ponerlas a tono con las de los países con los que Uruguay compite en los mercados internacionales. Esta es la forma de lograr exportar los productos locales y no exportar nuestros impuestos y que los productores nacionales queden en desventaja con respecto a los extranjeros. La propuesta implica reducir un 30% el gasoil y las tarifas eléctricas de los sectores productivos, profesionalizando el funcionamiento de las empresas públicas tal como lo hizo Nueva Zelanda.
Por su parte, Talvi propone desarrollar la diplomacia comercial: reorientar, reentrenar y redesplegar el servicio exterior para transformarlo en una gran fuerza de venta de nuestros productos.