El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, y la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, la italiana Federica Mogherini, llegaron este jueves a Montevideo, en dos vuelos procedentes de Madrid, para participar en la primera reunión del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela.
Mientras el vuelo de Mogherini arribó al Aeropuerto de Carrasco alrededor de las 8:56 hora local (11:56 GMT), el de Borrell llegó unos minutos después, sobre las 9:05 (12:05 GMT), minutos más tarde del horario inicialmente previsto.
El encuentro en Montevideo fue convocado, inicialmente, por Uruguay y México, dos naciones que defienden una posición neutral ante la crisis, después de que el líder del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, se autoproclamara mandatario interino del país por considerar que las elecciones que le dieron a Nicolás Maduro su segundo mandato presidencial fueron fraudulentas.
La reunión, que será copresidida por Mogherini y por el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, empezará alrededor de las 11:30 hora local (14:30 GMT) participarán también representantes de las cancillerías de Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México, Uruguay, Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia.
El objetivo de esta congregación es intentar crear soluciones ante la crisis venezolana, entre ellas está el mecanismo de cuatro pasos propuesto este miércoles por México y Uruguay para avanzar en un diálogo en esa nación.
Según anunciaron este miércoles los cancilleres de México, Marcelo Ebrard, y Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, el «Mecanismo de Montevideo» llamada al diálogo inmediato entre el Gobierno venezolano y la oposición, así como a una negociación, mientras que la tercera fase, sería la creación de un compromiso.
Asimismo, este plan señala que si se acepta un diálogo entre las dos partes se invitaría a la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, al excanciller uruguayo Enrique Iglesias y al exsecretario de Relaciones Exteriores mexicano Bernardo Sepúlveda a acompañar en este proceso.
Según explicó Mogherini, el objetivo «no es abrir un proceso formal de mediación, no abrir un diálogo formal, sino aportar una dinámica política que el grupo pueda entonces acompañar y consolidar».
El grupo de contacto tendrá una duración limitada, 90 días, y buscará «construir la confianza y crear las condiciones que son necesarias para que emerja un proceso creíble en línea con las provisiones de la Constitución de Venezuela».
Por su parte, Borrell, explicó que esta iniciativa nació para «ayudar a crear el clima en el que emerja un proceso político pacífico que permita a los venezolanos decidir su futuro con unas elecciones libres, transparentes y creíbles, conforme a la Constitución del país».
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