El Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela acordó este jueves en Montevideo enviar una misión técnica a ese país y volver a reunirse en marzo para seguir trabajando en un proceso que permita llegar a una «solución venezolana» de su propio conflicto y que así se evite un escenario aún más crítico.
Tras casi cinco horas de deliberaciones a puertas cerradas, los ministros de Exteriores y otros representantes diplomáticos de una docena de países europeos y latinoamericanos emitieron una declaración en la que dan cuenta de la «severidad de la crisis actual en Venezuela y de su impacto en la región» y de la «difícil situación de su pueblo».
La tensión se incrementó desde que el pasado 23 de enero el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino de su país al considerar gobernante ilegítimo a Nicolás Maduro tras ser reelegido en unos comicios presidenciales que la oposición tacha de «fraudulentos».
Esta acción aceleró la crisis política en Venezuela, debido a que, además, buena parte de la comunidad internacional, como Estados Unidos y varios países europeos y latinoamericanos, respaldó a Guaidó y presionó para que se convoquen elecciones.
El Grupo de Contacto se comprometió a seguir trabajando por «establecer las garantías necesarias para un proceso electoral creíble en el menor tiempo posible».
También trabajará por «permitir la entrega urgente de asistencia de acuerdo a los principios internacionales de ayuda humanitaria».
Para implementar ambas metas, el grupo «enviará una misión técnica» a Venezuela y convocará nuevamente a una reunión ministerial a comienzos de marzo para analizar el desarrollo del proceso.
La declaración fue suscrita por la Unión Europea (UE), Uruguay, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Holanda,Suecia, Alemania, Francia y el Reino Unido.
México, que no forma parte del Grupo de Contacto pero sí participó de la reunión, y Bolivia no suscribieron la declaración final.
La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, dijo en rueda de prensa que México y Bolivia «no se identificaron con algunas partes de la declaración» pero destacó que La Paz quiere seguir siendo parte del Grupo de Contacto.
Tras la reunión, el canciller de México, Marcelo Ebrard, dijo a la prensa que su país, «por mandato constitucional», no puede apoyar «la injerencia política en otros países».
«Acompañamos lo que tiene que ver con que haya comunicación y diálogo entre las partes y que haya una salida pacífica y democrática que excluya el uso de la fuerza pero no podemos participar en algo que implique que nosotros determinemos el proceso político electoral», sostuvo Ebrard.
Creado a finales de enero pasado, el grupo dijo que apoyará una resolución «pacífica, política, democrática y propiamente venezolana, excluyendo el uso de la fuerza, a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles».
Ante los reparos que Guaidó ha mostrado en las últimas horas a un eventual diálogo con Maduro, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, dijo «no hay negociación posible sin diálogo y aún las elecciones tienen que ser de alguna manera acordadas» y consideró que «negarse al diálogo es bloquear la posibilidad de entendimiento».
«La solución tiene que ser venezolana, porque la otra alternativa es el caos, es la confrontación y con toda seguridad puede ser el conflicto armado», advirtió.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, destacó la importancia de un proceso que conduzca a comicios.
«Creemos, pedimos, apoyamos esta celebración de elecciones presidenciales», dijo Borrell, quien resaltó que el grupo apela a que se «respete la voluntad del pueblo venezolano manifestada a través de una elecciones».
Para los firmantes de la declaración, es «crucial restaurar la plena democracia» en Venezuela y el respeto constitucional de las instituciones del país, más particularmente de la Asamblea Nacional (Parlamento).
El grupo destacó que «las libertades fundamentales y los derechos humanos de todos los venezolanos deben ser respetados» y deploró los muertos y heridos causados por el «excesivo uso de la fuerza».
El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, dijo que la participación en este grupo queda abierta a más actores que quieran sumarse y destacó la «confluencia» con el denominado «Mecanismo de Montevideo», propuesto este miércoles por México y Uruguay, una iniciativa para lograr la paz en Venezuela y que consta de cuatro etapas
centradas en diálogo inmediato, negociación, compromisos e implementación.
Sobre el Mecanismo de Montevideo, Mogherini aclaró que, aunque no es «incompatible», tiene composiciones y objetivos diferentes a los del Grupo Internacional de Contacto.
De los actuales miembros del grupo, solo tres (Bolivia, Italia y Uruguay) no han reconocido formalmente a Guaidó como presidente encargado de Venezuela. (EFE)
Natalia Kidd
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