Uruguay se hizo presente hoy en la principal feria de alimentación de Asia, por cuarto año consecutivo, pero ahora en medio de celebraciones porque su carne ha recuperado los mercados de Japón, después de una ausencia de casi dos décadas.
Representantes del Gobierno uruguayo, de la agencia Uruguay XXI y medio centenar de empresarios de ese país participaron hoy en la inauguración de un stand en la feria Foodex, abierta este martes y convertida en la tercera muestra de alimentación más importante a nivel mundial.
El acto se desarrolló semanas después de que un primer embarque de cuatro toneladas de carne vacuna uruguaya llegara a Japón, el primero desde que este país asiático cerrara sus fronteras a esos productos en el año 2000 a raíz de la aparición de fiebre aftosa.
«El mercado japonés es un mercado exigente, un desafío para nosotros», declaró a Efe Antonio Carámbula, director ejecutivo de Uruguay XXI, la agencia de promoción de exportaciones e inversiones del país sudamericano.
«Lo que creo que tenemos que hacer es seguir exportando carne de calidad (…), y al mismo tiempo ampararnos por lo que nos conocen, que es la carne, y la confiabilidad que da un producto como ese para diversificar nuestra canasta exportadora», agregó.
Aunque China acapara la mitad de las exportaciones de carne uruguaya, ese país sudamericano quiere utilizar su producto estrella para aprovechar el hecho de que Japón y Uruguay tienen economías complementarias y están vinculados desde hace de un siglo.
«Somo un país (…) de 3,5 millones de habitantes, que tiene doce millones de cabezas de ganado y que está en condiciones para producir alimentos para 30 millones, y en breve vamos a lograr producir alimentos para más de 50 millones», añadió Carámbula.
El directivo uruguayo dijo que, a pesar de la carne ha estado ausente en los mercados nipones desde hace casi dos décadas, al país no le va a costar mucho recuperar sus cuotas pasadas, porque su carne «se paga muy bien» e «ingresa a los mercados más exigentes».
Pero Uruguay quiere ir más allá, ser conocido no sólo por ese producto, además de por el fútbol, recuerda Carámbula, e intentar conquistar los mercados internacionales con diversificación de países y de productos.
«El mercado japonés sin duda alguna va a contribuir a profundizar ese trabajo», insistió el director ejecutivo de Uruguay XXI.
Es un trabajo que tiene sus propios retos, entre ellos los arancelarios. Las carnes australianas, por ejemplo, entran a Japón con arancel 0, pero las uruguayas deben pagar un 38,6 %, recordó Carámbula.
Uruguay quiere penetrar en el mercado nipón, ya sea con su apreciada carne o con sus lácteos, pero también con caviar (es el único país latinoamericano productor y exportador de caviar) y, por supuesto, con sus vinos.
«Incluso, algunas de las bodegas han lanzado líneas especiales para el mercado japonés teniendo en cuenta el paladar japonés», recordó el directivo de Uruguay XXI, teniendo a sus espaldas el recién inaugurado stand de su país en Foodex.
En la inauguración del stand de Uruguay participó, entre otros, el ministro uruguayo de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, quien recordó que la balanza comercial entre Japón y Uruguay tiene saldo deficitario para el país sudamericano.
Japón vende fundamentalmente a Uruguay tecnología y automotores, mientras que la nación sudamericana exporta a la nipona productos de alimentación, algo sobre lo que Benech cree que se pueden sacar algunas conclusiones.
«Estoy seguro de que podemos vivir sin autos y sin teléfonos, pero estoy seguro de que sin alimentos no podemos vivir, y para eso nosotros tenemos una situación de privilegio», afirmó el ministro. (EFE)
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