Carmelo está al borde, si ya no lo perdió, de perder la conectividad fluvial con la Argentina. Desde el oficialismo claramente se intenta posicionar el problema como un asunto entre privados y no desde la dinámica de políticas públicas que hacen a la conexión social, económica y política entre países hermanos.
Visto con ojos oficialistas el problema es el de una empresa privada argentina que está quebrada y desde la administración la falta de conectividad con una posible empresa de bandera uruguaya no se dio, porque la única oferente no ofrecía las garantías de seguridad en el cruce, por lo que se descartó.
En el Parlamento recién sería tratado el viernes explicó la Alcaldesa Alicia Espíndola en la última sesión quien mantuvo diversas conversaciones telefónicas, una de ellas con el director nacional de Hidrografía, Andrés Nieto, quien dijo estar en gestiones para hablar con alguna otra empresa. Espindola habló con el Diputado Edmundo Roselli, con el Director Nacional de Turismo, Carlos Fagetti y Andrés Sobrero Director de Turismo de la Intendencia.
Lo que las autoridades ponen énfasis es en destacar los problemas de las empresa argentina, pero aún falta abordar las soluciones que competen a las autoridades nacionales en habilitar un Plan B. El problema de la conectividad Carmelo-Tigre, ayer se conoció, vincula también la tríada -Montevideo-Carmelo-Tigre, ya que la el ómnibus que conectaba Montevideo a Carmelo y viceversa cambió de dueño y no está trabajando esa línea.
A su vez la Concejal Rachell Bastarreix (Frente Amplio) dialogó con la Diputada Mercedes Santalla quien le informó que el problema es en la empresa Cacciola y fundamentalmente con los problemas.
Conectividad
De cómo se encare políticamente el tema dependerá entonces la pérdida o no del principal problema en cuestión que es la posibilidad de perder la conectividad con la Argentina. Si se focaliza el asunto en temas entre privados, será muy difícil solucionar el asunto más importante que es la conectividad Carmelo – Tigre, más allá de quien preste el servicio.
El gobierno uruguayo realizó hace unos años un llamado abierto para empresas de bandera uruguaya, ocho empresas compraron los pliegos, una sola quedó con posibilidades reales de iniciar la línea pero se bajó del proyecto.
Luego de ello el gobierno nacional no insistió en un nuevo llamado. Ahora si bien es cierto hay un problema empresarial enclavado en la realidad Argentina, también hay responsabilidades uruguayas en sostener una línea internacional de importancia social, cultural que no debería romperse.
Comentarios