El Ministerio de Defensa presentó diversos documentos donde acreditan que las autorizaciones para ingreso al Puerto Comercial de Carmelo y al Astillero Maffoni se gestionan por los armadores o agencias marítimas ante el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (Dirección Nacional de Hidrografía y que éstas no son competencia de la Prefectura Nacional Naval, como lo indicara en conferencia de prensa en diciembre del año pasado el Ministro Víctor Rossi.
La Prefectura Nacional Naval remitió en ese sentido una carta fechada el 17 de julio de 2006 por Ruben A. Maffoni dirigida al Director Nacional de Hidrografía y que el propio Ministro Rossi remitiera el 30 de mayo del 2016 al Sr. Ministro de Defensa Nacional que se encuentra en un expediente a fs. 43 de la Pieza 1.
La carta de Maffoni
Carmelo, 17 de julio de 2006
Señor Director Nacional de Hidrografía
Montevideo
Presente
De nuestra consideración:
El que suscribe Ruben Maffoni principal del Astillero Maffoni y Cía. Ltda. situado en el Arroyo de las Vacas 15 kms aguas arriba del puente y Puerto de Carmelo se presenta ante Usted y expone la situación que mi empresa está viviendo.
Como es de su conocimiento Carmelo por la posición geográfica y por la calidad de su mano de obra fue elegido por Empresarios Públicos y privados para establecer talleres y astilleros navales. Siendo el lugar del país donde hubo más astilleros.
Aquí llegaron a funcionar hasta cinco astilleros/varaderos, Marcopel, Tagliafico, MDF, DNH y Maffoni y de los cuales solo quedan estos dos últimos.
Aquí se construyeron los buques autopropulsados (Berreta y otros) y barcazaas de mayor tonelaje que se hayan construido en el País hasta la fecha. Además se carenaban buques fluviales, areneros, yates y pesqueros uruguayos y argentinos.
Con mucho dolor como colega y amigo asistí al cierre del Astillero Marcopell, porque el comprador exigía muelle y cancha de varadero libre, me hice cargo de los buques «Apa», «Balsa 19», «Matilda», «Frigersen I «, que estaban sometidos a juicios eternos por falta de aplicación ágil de las Leyes. Estos buques han sido trasladados a mi apostadero en donde esperan el final de los juicios.
Hoy el Puerto de Carmelo atiende embarcaciones de recreo durante los meses de verano en donde nuestra fuerza laboral se emplea en servicios de almacén y limpieza.
Las empresas de pasaje a Buenos Aires – Carmelo también han sufrido y hoy queda lo mínimo de nuestra bandera, un solo buque.
Amparando tanto trabajo naval aquí funcionó una excelente Escuela de las Artes y Oficios Navales, egresaban oficiales en la rama del metal, la madera naval, jóvenes que hacían su experiencia construyendo y reparando buques, Escuela de la que tuve honor de ser Maestro. Hoy es una Escuela más de UTU, en donde el mejor varadero de la zona ha quedado sepultado por el pasto y la chatarra.
Nuestros jóvenes emigran al centralismo de la Capital, allí está mi nieto el que pensé que un día sería el que continuaría lo que inició su bisabuelo.
En Paysandú tampoco se reparan o construyen más buques, el Astillero sanducero cerró, pero algunos de los buques allí construidos navegan para DNH, ANCAP, o pescan.
Pata atender el litoral solo queda nuestro Astillero.
En la capital en donde se construyeron balizadores, lanchas, pesqueros, la actividad de la Industria Naval es de reparación con la esperanza en construir barcazas.
Si bien estoy amparado en la Ley de Astilleros, no puedo decir que Maffoni y Cía. Ltda. sea un astillero constructor de buques nuevos, de poco me sirve las facilidades teóricas de la Ley si en la práctica más que producir debo cumplir con la burocracia y asumir los costos elevados que no facilita la Ley.
Mi trabajo en construcción ha sido convertir «chatarra» en buques dragas y pontones y es así que ahora esta sobra gradas la «Amanbay» que está siendo convertida de buque cabaret en carguero.
Amanbay será carguero fluvial de 700 toneladas propiedad de otros empresarios nacionales que quieren arriesgar por el país y resucitar el transporte fluvial desde Salto a Nueva Palmira.
En mi taller también para sobrevivir se hacen otras cosas , por ejemplo cocinas económicas o estufas a leña a partir de la chatarra.
Pero también he prestado otros servicios ejemplo arreglo de muelles, pequeños dragados, Pero del que más orgulloso estoy es del rescate del «Guazu Star» buque que perteneciera a la flota paraguaya y que varado próximo al Canal Santo Domingo fuera abandonado a favor de la Armada por su Armador. Luego de más de un año de varado aprecié que allí iba a quedar formando parte del paisaje y quizás obstruyendo mi medio de vida que es el Canal. Hice un convenio con la Armada y con mi «Ponton I» y mi vieja lancha «Sara» lo liberé del banco de arena y hoy es el «Pucará» y que bajo bandera boliviana remozado navega en el Paraná. Con mi lancha «Sara» y mis pontones hice muchas actividades, llevaba baqueanos y prácticos a los buques extranjeros, les cobraba U$S 100 dólares, hoy me entero que cobran más de U$S 800.
Las vendí porque la nueva legislación me obligaba a dar examen teórico de Patrón y baqueano, cosas que desde muy joven realice, así es el mundo moderno un papel vale por años de experiencia, aunque con experiencia se vara poco.
Buscando trabajo para no cerrar contacté con Empresas Nacionales y Extranjeras y es así que traje buques de pesca argentinos, los «Argenova» que luego de hacer reparaciones esperaban aquí para su nuevo destino.
Con el Astillero se fueron conformes, pero no vuelven más.
También en las mismas condiciones acepté los buques pesqueros nacionales, Toti, Inés, Mercedes e Isabel de la empresa ULFIMAR.
Ahora estoy a la espera de los buques HUYU 725, 726, 727 y 728 de bandera de Dominica (exbandera nacional) que desde hace días esperan decisiones en la boca del Puerto de Carmelo.
Si bien los buques están fondeados fuera de su área de responsabilidad operativa y de seguridad determinada por la Ley de Puertos, sus decretos, Código de Aguas y el Decreto 256/992 , yo como «conocedor de la zona» de muchos años, porque baqueano es un título que ahora no tengo le diría que la zona determinada para el fondeo no es la más afortunada, allí los buques garrean.
Los armadores de los buques pesqueros Toti, Isabel, Mercedes e Inés y ahora los Huyu traen sus buques aquí para reparaciones, subirlos al Varadero y darles nuevo destino.
Los buques que se encuentran aquí están vigilados por mi, por mi personal y por tripulantes del Armador.
Debo reconocer que el MTOP con sus escasos medios se encuentra abocado a mejorar los canales de ingreso a Carmelo, cosa que nos ayuda enormemente y que también esta tratando de mejorar la Legislación habiendo dejado ya sin efecto una Ley que prohíba la Libre Navegación de buques extranjeros por aguas interiores.
Entendiendo que la Dirección a su cargo es la Competente y habiendo sido enterado en forma oficiosa y no formal de que la detención de los buques que navegan en paso inocente hacia el Astillero estaría motivada por problemas inherentes a nuestra operativa es que me pongo a su disposición para evacuar cualquier información en forma personal y directa.
Por Maffoni & Cía. Ltda.
Ruben A. Maffoni