El nuevo comandante en jefe del Ejército uruguayo, Claudio Feola, que asumió este lunes su cargo, dijo a la prensa que «no está en condiciones» de afirmar si las denuncias respecto a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar (1973-1985) son reales.
Las palabras de Feola surgieron tras el pedido de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, quienes solicitaron al nuevo comandante que repudiara los hechos ocurridos durante el Golpe de Estado.
«Esa respuesta consolida toda una cantidad de épocas en las que yo no estoy en condiciones porque no sé si es real o no es real. Acá hay gente muy antigua que capaz que hasta un test psicológico habría que hacerle porque al haber estado tan presionados no sabemos si están en su real conciencia», subrayó Feola.
En este sentido, el comandante en jefe dijo que no va a repudiar lo sucedido porque no sabe si está confirmado.
Consultado sobre qué sería lo que no está confirmado -si las desapariciones o las torturas- desistió de contestar.
Feola es el tercer comandante en Jefe en menos de un mes, ya que a inicios de marzo fue cesado Guido Manini Ríos por cuestionamientos a la Justicia uruguaya y el 1 de abril José González fue destituido tras la filtración de las confesiones de delito del exmilitar José Gavazzo durante la dictadura que habían sido omitidas por las autoridades.
La destitución de González se dio después de que el medio El Observador publicara el 30 de marzo actas del Tribunal de Honor del Ejército uruguayo en la que había documentos que incluían una confesión de Gavazzo admitiendo haber cometido delitos durante la dictadura.
Los escritos detallaban que Gavazzo arrojó en 1973 el cadáver del guerrillero tupamaro Roberto Gomensoro al río Negro (centro) para hacerlo desaparecer.
Asimismo, el medio señaló que el exmilitar Jorge Silveira declaró que Gavazzo fue responsable de la muerte de Gomensoro y de la desaparición de María Claudia García de Gelman.
Por no informar sobre la confesión del exmilitar, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, destituyó a González, y al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Alfredo Erramún.
Además, el mandatario pidió la aprobación de la Cámara de Senadores para promover el pase de retiro obligatorio a los generales Claudio Romano, Carlos Sequeira, Alejandro Salaverry y Gustavo Fajardo.
Todos los militares destituidos integraban el Tribunal de Honor del Ejército.
Los hechos también provocaron la renuncia del ministro de Defensa Jorge Menéndez, quien fue sustituido hoy por José Bayardi.
Respecto a lo sucedido, Feola subrayó que en el Ejército uruguayo «no hay pacto de silencio» sobre los hechos de la dictadura y eso está demostrado, ya que el Tribunal de Honor puso en las actas las confesiones de Gavazzo.
«El Ejército no encubre a nadie, no encubre asesinos, torturadores, secuestradores, no encubre», aseguró.
Sobre la búsqueda de desaparecidos, Feola dijo que se basará en la Constitución y la ley y toda información que llegue al Ejército «va a ser trasmitida por el conducto del mando».
«Yo sé que los familiares están muy dolidos, todos estaríamos dolidos si hay desaparecidos, no tengo duda», acotó.
Por otra parte, reconoció que el Ejército está en una situación difícil por todo lo ocurrido, aunque negó que exista malestar o haya riesgo de que se pierda la lealtad.
«El Ejército Nacional es verticalista, piramidal, se va un comandante y viene otro. El Ejército sigue, tiene más de 200 años de historia y va a seguir», concluyó. (EFE)