Políticos uruguayos del Frente Amplio (FA), y de la oposición asistieron este viernes al funeral del exministro de Defensa de Uruguay Jorge Menéndez, quien murió de cáncer el jueves en Durazno (centro).
Varios de sus excompañeros -como el canciller, Rodolfo Nin Novoa, o el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi- se desplazaron para despedirse de Menéndez, quien se vio forzado a renunciar hace 11 días después de que saliera a la luz que el Ejército había omitido declaraciones de delito de un exmilitar durante la dictadura (1973-1985).
«Uno queda reflexionando sobre las circunstancias en cómo la vida, a veces, nos plantea situaciones que son injustas pero que son así. En muy pocos días el compañero (Menéndez) tuvo conocimiento de la enfermedad y se nos fue», expresó a la prensa Rossi.
También asistieron al sepelio el recién nombrado ministro de Defensa, José Bayardí, así como el nuevo jefe del Ejército, Claudio Feola.
Bayardi se refirió al exministro fallecido como «un compañero leal y un amigo» e insistió que su muerte es «una pérdida para el país».
Entre los que no asistieron al funeral, se destacan el presidente del país, Tabaré Vázquez, y el secretario de la Presidencia, Miguel Toma.
Ante estas ausencias, el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015) dijo que «cada cual sabe lo que tiene que hacer».
En tanto, remarcó que Menéndez fue un compañero que contribuyó a «difundir el mensaje progresista y a sostenerlo» y destacó su humildad y compañerismo.
«Recordar, sobre todo, a las nuevas generaciones en época en que naturalmente tendemos a perder valores y todo lo demás. Por eso esa despedida calurosa del pueblo de Durazno y de mucha otra gente es simbólica», aseveró.
Por su parte, el secretario general del Partido Socialista, Gonzalo Civila, dijo a la prensa durante el funeral, que desde su sector mantendrán «el compromiso» que dejó Menéndez a quien calificó como un compañero que expresó «fielmente los principios socialistas» y que trabajó por la «democratización» de las Fuerzas Armadas.
El senador del opositor Partido Nacional (PN) Javier García manifestó sus condolencias y valoró «la linda relación de reconocimiento recíproco» junto a Menéndez cuando compartieron la Comisión de Defensa en la Cámara de Diputados.
«Siempre estuvo el reconocimiento de mi parte de que tenía en frente a una persona de bien y un señor de la política», señaló.
El Poder Ejecutivo se ofreció a tributar las «honras fúnebres de secretario de Estado» para Menéndez y a hacerse cargo de los gastos del sepelio, pese a que la ley uruguaya establece que esto solo se hace para ministros en ejercicio de cargo.
No obstante, los familiares de Menéndez rechazaron esta oferta del Gobierno, según versiones de la prensa local.
Menéndez falleció a los 68 años de edad en el mismo lugar en el que nació y donde permanecía en internación domiciliaria debido a un tratamiento contra el cáncer.
En Durazno representó en la Cámara de Diputados durante el período 2005-2010.
En el Parlamento, presidió la Comisión de Defensa Nacional e integró la Comisión Especial de Investigación, Ciencia y Tecnología, ambas de la Cámara Baja.
En la primera presidencia de Tabaré Vázquez, fue convocado en el 2008 para ocupar por un año la subsecretaría de Defensa Nacional.
En 2011, retornó a ella, llamado por Mujica y se mantuvo hasta el 2016, cuando pasó a desempeñarse como titular de la cartera de Defensa, tras del fallecimiento de su predecesor, Eleuterio Fernández Huidobro.
El 1 de abril, este político y padre de tres hijas entregó su carta de renuncia al presidente del país, después de que este le pidiera su retiro.
El motivo de esta petición se dio después de que el diario El Observador publicara actas del Tribunal de Honor del Ejército Uruguayo en las que había documentos que incluían una confesión del exmilitar José Gavazzo admitiendo haber arrojado en 1973 el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro al río Negro (centro) para hacerlo desaparecer.
No obstante, en esta misiva, el exministro aseguró que sugirió al Gobierno acudir a la Justicia con respecto a las confesiones de delitos cometidos por Gavazzo durante la dictadura cívico-militar (1973-1985).
Por su parte, el 3 de abril, la Secretaría de la Presidencia señaló al Ministerio de Defensa por no llevar a la Justicia la confesión del exmilitar, a pesar de que el presidente Tabaré Vázquez ordenó hacerlo.
Menéndez no fue el único afectado por la filtración de las actas, pues Vázquez también pidió la dimisión del viceministro Daniel Montiel, así como el cese del jefe del Ejército, José González, y del jefe del Estado Mayor de la Defensa, Alfredo Erramún, entre otros miembros del Tribunal de Honor. (EFE)
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