La escalada, las redes para trepar y los péndulos gigantes se mezclan con la tradicional Semana Criolla de Uruguay, actividad que tiene lugar en el Prado de Montevideo y a la que miles de personas acuden para escuchar música folclórica y observar las jineteadas.
Dentro del inmenso terreno, cuya atracción principal es el ruedo -donde los jinetes intentan resistir los saltos de caballos sin domar-, se pueden observar los muros para escalar y las diferentes estructuras que la fundación La Muralla instaló para que el público, de forma gratuita, pueda probarse a sí mismo.
El presidente de la fundación, Pablo Turielle, contó a Efe que esta actividad forma parte de «La Muralla móvil», uno de los programas para acercar a la comunidad con «todo lo que tenga que ver con actividades como la trepa, la escalada y los deportes de riesgo».
«Hacemos propuestas que tienen que ver con escalar árboles, redes, paredes de escaladas y está dirigida a niños, chicos discapacitados, adultos, la familia en general y los chicos de nuestros programas sociales», contó Turielle.
Entre las actividades el presidente destacó la muralla -que es una pared de escalada de 10 metros de altura-; tres tipos de redes; «la cola de pescado», una red escalable con salto al vacío; «la molécula» con un diseño de cuerdas donde se debe escalar por dentro; y «los monkey», que consisten en escalar árboles y atravesar puentes colgantes.
Una de las atracciones principales de La Muralla Móvil es el péndulo, que ha provocado que la gente «se enganche muchísimo» por la adrenalina que conlleva el hecho de que las personas sean colgadas de un arnés y soltados a varios metros de altura.
Si bien ya han pasado cientos de personas en los primeros días de la Semana de Turismo, que coincide con la Semana Santa, Turielle señaló que todo esto es un «calentamiento» para lo que serán los días más intensos de esta semana, que van desde el próximo jueves hasta el Domingo de Pascua.
Las actividades son para todas las edades ya que, según Turielle, la escalada «es de 3 a 99 años». Sin embargo, quienes más se han sumado en los primeros días y son los que toman el protagonismo de las actividades son los niños, ya que son los que más buscan la recreación y la diversión.
La Muralla es una fundación que nació en 1998 y que se dedica «a programas de inclusión social» trabajando con chicos del Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay (Inau), de la calle o pertenecientes a alguna institución que trabaje con la comunidad.
«Nosotros generamos el espacio y hacemos que los chicos empiecen a incorporar habilidades sociales, que son básicas para la convivencia de la comunidad», manifestó.
La fundación fue la encargada de introducir la escalada deportiva en Uruguay, aunque no están interesados en el aspecto competitivo sino que su objetivo es usarla «como una herramienta de inclusión social». (EFE)