El nombre de uno de los músicos más importantes de la historia también es el de un jinete uruguayo: John Lennon Torres, quien sueña con ser campeón de la tradicional Semana Criolla del Prado de Montevideo.
Vestido con las típicas ropas folclóricas y con un sombrero de piel de liebre, el particular jinete habló con Efe y destacó que realizar este deporte, además de ser una afición, es algo que «uno lo trae en la sangre».
Las jineteadas son la atracción principal de la Semana Criolla, actividad que se enmarca en la Semana de Turismo (Semana Santa) y se extenderá hasta el próximo domingo.
Este deporte consiste en un jinete intente mantenerse encima de un caballo sin domar mientras que el animal pega saltos y lucha por arrojarlo para escapar.
En nuestro país miles de pretendientes buscan a lo largo del año quedar entre los 30 mejores para competir en el predio de la Rural del Prado, en Montevideo.
«Es algo que uno lo piensa, lo sueña de niño y cuando está en un ruedo gigante como este es un sueño realizado. (Ser jinete) implica deporte, concentración, una disciplina que el jinete tiene que tener junto al éxito y a veces suerte», destacó Torres quien realiza este deporte desde hace 11 años y compite en la Semana Criolla desde hace cinco.
Si bien practicar este deporte es algo que soñó desde niño, comenzó «viejo» ya que arrancó a los 18 años porque su abuela le dijo que primero terminara la secundaria.
«Le hice caso a la abuela», subrayó el uruguayo proveniente de la localidad de Vichadero, en el departamento de Rivera.
Para jinetear hace falta tener una buena técnica, equilibrio y un buen estado físico, ya que el «gaucho» debe resistir los golpes y empujones del caballo y, por ello, Torres explicó que él busca prepararse bien y tener disciplina.
Este joven, que compite por la categoría pelo -que es montar el caballo sin silla- dijo que es difícil ya que el jinete «tiene que tener un enganche» y un buen manejo de espuelas porque la persona no puede «ir a pelear contra los 500 kilos del animal a fuerza».
Uno de los momentos que el uruguayo recuerda fue «la primera oportunidad de montar» donde sintió una «adrenalina única» por el miedo y los nervios.
«Eso se transforma en un vicio. Si paso un fin de semana sin montar cuando voy al siguiente estoy ansioso, es un vicio sano que tenemos», destacó.
Torres dijo también que todos los competidores quieren encontrar «al caballo más malo» ya que es la forma de ganar aunque también es necesario estar bien preparado porque a lo largo de la Semana Criolla se acumulan los dolores en el cuerpo por cada monta realizada.
El hecho de que el caballo esté enojado para la jineteada es clave, aunque explicó que no al animal no se le debe golpear en exceso, porque se intimida, por lo que el uso del rebenque (látigo de cuero) es solo para mantener el equilibrio.
Las lesiones son algo habitual en este deporte debido a los golpes que sufren a la hora de realizar la monta, sin embargo, el jinete dijo que no ha tenido grandes heridas, aunque sí se lastimó el ojo pegándose él mismo con él lazo -hecho por el que perdió un 60 % de la vista- y se quebró el dedo de una mano por la patada de un caballo.
Competir en el ruedo de la Rural del Prado «es lo más importante» para él porque allí están los 30 mejores, en tanto, el montador ve como responsabilidad estar a la altura del desafío y brindar un buen espectáculo para el público.
«Cuando pisé por primera vez (el ruedo) fue un sueño realizado y ahora, día a día, uno trata de dar lo mejor para que el sueño no se me escape», destacó.
Su objetivo este año es poder coronarse como campeón en el Prado y dijo que, por ahora, va por buen camino, sin lesiones y viviendo «el día a día de la mejor manera posible».
Además de su nombre, el jinete tiene la particularidad de que es policía de la Guardia Republicana, profesión, que según subrayó le ayuda a mantener un buen entrenamiento diario.
Torres cree que es el único oficial de Policía que se dedica a este deporte y aseguró que tiene el apoyo de todos sus compañeros.
«Aquí estoy representándome no solo a mí, sino también una institución que, por los mensajes que recibo a diario (de los compañeros), están orgullosos», concluyó.
Federico Anfitti (EFE)
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