Uruguay se ha convertido en el primer país de América Latina en instalar y lanzar comercialmente la red 5G dentro de su territorio, lo cual, según el ingeniero de ISBEL S.A., Enrique Goñi, responde a “una estrategia de Antel de mantenerse a la vanguardia tecnológica, siendo pionero al igual que lo hizo en el 2011 cuando lanzó 4G, en ambos casos utilizando equipamiento de Nokia”.
¿Pero a qué nos referimos cuando hablamos de 5G?
Se pueden diferenciar tres puntos fundamentales a la hora de hablar sobre los beneficios de la nueva red. En primer lugar, la red 5G es entre 10 y 30 veces más rápida (en términos de transferencia de datos) que su antecesora (se pasa de megabits por segundo a gigabits por segundo).
En segundo lugar, presenta un importantísimo avance respecto a la densidad de dispositivos conectados que soporta 5G en cada radio-base (varias veces mayor a los soportados por la red 4G), dato crucial por su directa vinculación al concepto IoT (internet de las cosas). Pero no solo por esto, sino también porque utiliza protocolos de comunicación que permiten optimizar el uso de los recursos (en particular el recurso escaso por excelencia en este tipo de redes: el espectro radioeléctrico) para las aplicaciones de IoT, muchas de las cuales se caracterizan por un volumen de datos relativamente pequeño, en especial si se lo compara con lo que consume un usuario con su celular.
En tercer lugar, y para la alegría de muchos amantes de los videojuegos sincronizados en red, la latencia ya no será un problema, ya que esta será 10 veces menor que la actual (pasando del orden de 100 milisegundos a menos de 10 milisegundos). También habrá otras aplicaciones de “tiempo real” beneficiadas de esta respuesta mucho más rápida de la red, por ejemplo la telemedicina (operaciones a distancia mediante robots manejados por un cirujano ubicado en otro lugar) o el telecontrol de vehículos autónomos.
Es importante destacar que es probable que la red 5G demore algunos años en extenderse a todo el país, “los despliegues de redes celulares son proyectos complejos y a largo plazo, por lo que se espera que se irán cubriendo primero las grandes ciudades”, expresó el Ing. de ISBEL S.A. Enrique Goñi. Y añadió que los primeros celulares que arriben con esta tecnología posiblemente serán más caros “como suele suceder cuando se introducen tecnologías de punta”, para luego ir bajando de precio a medida que más usuarios los vayan adoptando. Actualmente algunas marcas, como la china Huawei o la americana Motorola, han presentado dispositivos que soportan la tecnología y que llegarán al país en los próximos meses.
¿Esta nueva tecnología es dañina para la salud de las personas?
La introducción de esta tecnología en el mundo no ha estado exenta de polémicas. El centro de la discusión ha estado en los posibles efectos sobre la salud humana que puede tener debido a la exposición a los campos electromagnéticos que se utilizan en la comunicación inalámbrica entre los dispositivos y las radio-bases de la red. Esta versión ha sido ampliamente difundida a raíz de la resolución adoptada por la ciudad suiza de Ginebra de suspender el despliegue de 5G hasta que se conozca más sobre esos efectos.
Al respecto consultamos a otro profesional de ISBEL S.A., el Ing. Sergio De Cola, quién nos dio su opinión al respecto: “Está muy bien que nos preocupemos por los posibles efectos sobre la salud del 5G o de cualquier otra tecnología que estemos utilizando. Pero no hay que caer en simplificaciones ni en posiciones alarmistas sin fundamento. Desde hace decenas de años se viene estudiando los eventuales efectos sobre la salud por parte de organismos internaciones como la “Unión Internacional de Telecomunicaciones” o la “Comisión Internacional para la Protección de la Radiación No-Ionizante”, que fue designada específicamente para estudiar esta problemática, y las conclusiones son que no hay evidencia científica de que esto ocurra. Más aún si se mantiene la intensidad de estos campos dentro de los límites recomendados, los que son auditados por los organismos reguladores como la URSEC en nuestro país.
A su vez, es saludable seguir recomendaciones de buenas prácticas en el uso de los dispositivos móviles tales como mantenerlo lejos del cuerpo cuando no lo estemos usando o hablar en manos libres si lo usamos en forma intensa. Para finalizar, el Ing. De Cola agregó que “resulta paradójico lo que plantean algunas veces los movimientos de opinión que reclaman, por ejemplo, que se instalen menos radio-bases, pensando que con eso se estará menos expuesto, cuando técnicamente eso lograría el efecto inverso: al haber menos radio-bases el móvil aumentará su potencia de transmisión para lograr la conexión con la base que estará más distante, sabiendo en efecto que la fuente de radiación más relevante a la que estamos expuestos es la del móvil y no la de la radio-base. Es por esto que estas discusiones hay que darlas basadas en fundamentos técnicos y científicos para evitar tomar decisiones equivocadas”.