El precio del dólar volvió a abrir al alza en Argentina este jueves, un 4,67 % por encima del cierre de ayer, y la prima de riesgo sobrepasa ya los 1.000 puntos básicos, una cifra inédita desde comienzos de 2014.
En la apertura de mercados, la divisa estadounidense se vendía, según establecía el estatal Banco Nación, en 45 pesos para la compra y 47 para la venta, mientras que el miércoles había cerrado en 43,90 y 44,90 pesos, respectivamente.
En lo que va de semana, la moneda norteamericana se ha apreciado un 8,04 ante la argentina, y desde abril de 2018 ha aumentado en un 134 % su valor.
Asimismo, el riesgo país que mide el banco JP Morgan se disparaba este jueves hasta más de 1.000 puntos -desde los 950 del miércoles-, algo que no ocurría desde inicios de 2014, durante el último mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y en medio de otro ciclo de vaivenes en el tipo de cambio.
Este índice, que cuando el actual presidente llegó al poder en diciembre de 2015 rondaba los 480-500 puntos y empezó a subir fuerte a mediados del pasado año, mide la diferencia que pagan los bonos del Tesoro de Estados Unidos con respecto a las del resto de los países y evalúa la capacidad de un Estado de pagar su deuda externa.
Los problemas se hicieron ya especialmente patentes el miércoles, cuando la bolsa cerró en negativo y subieron riesgo país y dólar, lo que confirmó la incertidumbre por el futuro a corto y medio plazo del país, que está en crisis desde hace un año, cuando comenzó a devaluarse progresivamente el peso, lo que aceleró la inflación y desencadenó una recesión que dura hasta hoy.
El Gobierno de Mauricio Macri, según expresó el propio presidente ayer en declaraciones a una radio, atribuye el alza de la prima de riesgo a un supuesto temor de los inversores a que regrese al poder el peronismo en las elecciones presidenciales de octubre próximo, en especial la corriente kirchnerista, encabezada por Fernández, quien aún no ha confirmado si se lanzará a la carrera electoral.
Desde que llegó a la Presidencia en diciembre de 2015, el mandatario ha criticado continuamente la política económica de su antecesora, principalmente por su aislamiento, por las trabas a la compra de divisa extranjera, los actos de corrupción y por no erradicar el histórico déficit fiscal.
«Mientras todos ven riesgo futuro debemos ver cómo solucionamos el presente… si todos no vemos solución porque cayó la confianza no la habrá», consideró esta mañana el economista Damián di Pace en Twitter.
La caída del peso, que el Ejecutivo combate con altas tasas de interés y subastas programadas de dólares, sumada a la fuerte sequía que afectó al campo a principios de 2018, llevaron al Gobierno a pedir en mayo pasado al Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo por tres años por unos 57.000 millones de dólares.
Este plan de ayuda financiera que conlleva fuertes ajustes para alcanzar el equilibrio presupuestario para 2019, objetivo que Macri considera indispensable para dejar de depender del capital externo.
Mientras, la oposición alerta de que el Gobierno que salga de las elecciones de octubre tendrá que afrontar graves problemas para pagar la deuda emitida por el actual Gobierno, que se estima en más de 190.000 millones de dólares. (EFE)
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