«¿Decir ‘todes les niñes’?, me niego. No me da la gana. No porque sea académico, porque yo soy un escritor profesional (…) me niego a que me digan cómo tengo que escribir para no ser machista» aseguró este domingo el escritor español Arturo Pérez-Reverte en Buenos Aires.
«El mundo ha cambiado, la mujer tiene roles que antes no desempeñaba, y es evidente que la lengua debe adaptarse a ello, lo que pasa es que hay límites y el límite es la estupidez», añadió el miembro de la Real Academia Española durante la presentación de su nueva obra en la Feria Internacional del Libro de la capital austral.
Bajo su punto de vista, el lenguaje inclusivo, uno de los temas con los que se ha creado polémica en el último año en el país suramericano y que busca la igualdad a través de una lengua sin género, es una «estupidez» que le «entorpece» a la hora de ejercer su profesión como escritor.
«Yo tengo que escribir con claridad, en un código que mis lectores comprendan y compartan, entonces, otra cosa es que el club de niñas analfabetas de Rosario (Santa Fe, centro) me diga cómo tengo que escribir mis novelas para no ser machista», sentenció.
El autor español aplaudió lo que consideró «feminismo serio», como el de su novela «La reina del sur» (2002), de la que aseveró que se usa como «cátedra del feminismo en algunos países», y criticó que, en un mundo donde «la inteligencia está penalizada» en las escuelas, «los imbéciles están ganando».
«Cualquier destello de élite, de inteligencia en general, es sistemáticamente machacado, y eso tiene sus consecuencias al final», afirmó.
El autor presentó en la 45ª Feria del Libro de Buenos Aires su último título, «Sabotaje», en el que cuenta lo que, aseguró, es la última de las aventuras del espía Arturo Falcó, el fin de una trilogía que completan «Falcó» (2016) y «Eva» (2017).
«Hay tres novelas de Falcó y hay más que quiero escribir. No sé si me queda una novela o tres, un año o diez, pero quiero continuar otras historias que tengo en la cabeza», destacó.
Para Pérez-Reverte (Cartagena, España, 1951), Falcó, espía del régimen franquista que se introduce en el bando republicano, es un «patriota de sí mismo», «todo aquello» que a él le «hubiera gustado ser» pero nunca fue, prueba de ello son los «affaires» que vive Falcó con actrices del Hollywood dorado, o incluso «venganzas personales» que practica el autor a través del personaje.
«Sabotaje», ambientada en el París de los años 1930, está dedicada, según el autor, a su tío Lorenzo Pérez-Reverte, que fue voluntario en la Guerra Civil española como soldado de la República.
«Los héroes siempre son los mártires, en España, si son republicanos, mejor caen», comentó.
Con alrededor de 30 novelas a sus espaldas y 21 años dedicados al periodismo de guerra, Pérez-Reverte brindó «batallitas», anécdotas y con la complicidad de una sala repleta de seguidores, y reconoció que si su personaje principal es «un canalla», es porque se ha «cansado» de escribir sobre «buenos».
El escritor es uno de los platos fuertes de esta edición de la Feria del Libro, que cuenta con Barcelona como ciudad invitada de honor y por la que pasarán firmas de la altura de Rosa Montero, Sergio Ramírez, John Katzenbach y Alfredo Bryce Echenique.
La 45ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires comenzó este jueves, se desarrollará hasta el 13 de mayo, y como cada año cuenta con una ciudad internacional invitada al evento, el mayor de sus características en América Latina después de la feria que se celebra en Guadalajara (México).
EFE