La reconocida milonga «mate amargo», interpretada por la cantante uruguaya Amalia de la Vega (1919-2000), revivió en una versión «agro pop» que busca rendir homenaje a esta cantante a cien años de su nacimiento y rememorar «lo más simbólico» de la cultura uruguaya.
Esta nueva creación se encuentra a cargo de la novel cantante Josefina Damiani, que destaca por sus marcadas influencias de la cultura del folclore, y el referente de la música popular uruguaya Eduardo Larbanois, que, junto a Eduardo Carrero, conforma uno de los dúos más famosos de ese país en el mundo.
Se trata una versión «agro pop», que, como definió Damiani a Efe, es un estilo que mezcla los sonidos de la actualidad con el canto popular del interior de su país, que se ve reflejado en algunas de sus letras, en las que también honra a la figura de la mujer de estas tierras.
«Destacando a Amalia como intérprete y partiendo de esa base. A Amalia, como mujer, se la puede tomar como referente, porque fue una artista que se le notaba como muy independiente y muy admirada por artistas como Mercedes Sosa, Alfredo Zitarrosa, Atahualpa Yupanqui», señaló.
El registro barítono de Damiani junto a los acertados acordes de Larbanois en la guitarra dan a esta nueva versión un toque de frescura sin perder la esencia de sus raíces que, en definitiva, brinda una muestra de respeto por esta letra que fue creación del también uruguayo Tabaré Regules.
Larbanois formó dúo en distintas ocasiones con de la Vega, artista a la que describe como una mujer con «una voz privilegiada» y una intérprete «fuera de serie».
«Es muy importante en este oficio ser coherente, consecuente y cuando elegís algo es porque en definitiva hubieras querido hacerlo. Entonces creo que esta versión, de las cosas que hicimos de Amalia, de verdad es como una nueva versión, una puesta a punto con la concepción arreglística de estos tiempos», afirmó.
En tanto, remarcó que el «mate amargo», en referencia a la canción y a la tradición rioplatense de beber yerba mate, es «lo más simbólico» para los uruguayos, acto que representa la cultura y costumbre de su país.
«No solo es lo que es en sí mismo, sino que es un símbolo de unidad, de encuentro, de amistad. Cuando llega un amigo lo primero que decís es ‘vamos a armar un matecito’ y eso es bien uruguayo. De repente en otros lugares te dicen para tomar un café, pero acá es ‘vamos a armar un matecito’ y eso ya es una complicidad», aseveró.
Para Damiani, la idea de esta nueva versión es «ajustarla a estos tiempos» y además mostrar que el folclore de su país puede «dejar de ser un estilo pasado de moda».
«Si yo esto lo traigo como más a los tiempos de ahora y si le pongo ese toque femenino también, de una mujer que se vinculó también con la ciudad y que es de ahora de este siglo, creo que se llega mucho más a la juventud y terminan entendiendo y amando qué es la raíz de nuestra música», sentenció.
Esta versión forma parte de la nueva producción discográfica que Damiani prepara junto a otros artistas de su país.
Raúl Martínez, EFE.