La combinación de elementos de música electrónica, clásica y popular rioplatense integra el espectáculo experimental titulado «La Sphére» («La Esfera»), que los compositores e intérpretes Luciano Supervielle, de Uruguay, y Jaques Morelenbaum, de Brasil, estrenan este viernes en Montevideo.
En entrevista con Efe en la capital uruguaya, ambos músicos destacaron la importancia del intercambio mantenido entre ellos en los últimos dos años, que culmina en este concierto, titulado como un poema homónimo del autor uruguayo-francés Jules Supervielle (1884-1960), tío bisabuelo del pianista y DJ.
«El poeta recoge influencias de los distintos paisajes y, a través de eso, las asimila y transforma en un nuevo lenguaje, que es una visión única. En este caso, intenta trasladar mis influencias en la música, que vienen más del hip hop o música electrónica y también de la clásica y del tango, a este lenguaje para orquesta y electrónica», explicó Supervielle (Montevideo, 1976).
El también integrante del grupo Bajofondo, que en breve lanzará su nuevo álbum tras varios años de silencio, durante los cuales sus miembros trabajaron en otros proyectos, reconoce que se siente muy unido «a la distancia» con su antepasado.
Para Supervielle, «era interesante» tanto la mezcla de «un estilo muy clásico de literatura con elementos muy vanguardistas y rupturistas en el contexto en que los escribió» el poeta uruguayo-francés como compartir ahora este proyecto experimental con Morelenbaum, que «ha pertenecido a muchas vanguardias a lo largo de su trayectoria».
«Es como hacer una música que sea vanguardista que tenga un ‘link’ con lo clásico», agregó.
En opinión de Morelenbaum (Río de Janeiro, 1954), la fructífera unión entre ambos compositores tiene que ver con que poseen un «concepto muy universal de la música», pese a la disparidad de estilos de los que proceden.
Tras colaborar con músicos de la talla de Tom Jobim, Ryuichi Sakamoto, Sting o David Byrne, el chelista brasileño considera que se siente «culturalmente más rico» tras aprender mucho en los últimos tiempos de los sonidos electrónicos, en los que, opina, Supervielle es «un maestro».
«Él dice que (este concierto) es el final de un camino, pero pienso más que es el principio de otro camino», sonríe.
Pese a sus 64 años, en los que también trabajó con artistas como Mariza, Julieta Venegas o Cesaria Évora, considera que «el universo es muy grande» y que, por eso, aún le «faltan todos» aquellos con los que aún no tocó. «Quiero siempre (colaborar) con músicos mejores que yo para aprender más», agrega.
La sintonía entre ambos salta a la vista, pues bromean todo el tiempo, hasta que, en una interpretación espontánea al término de la entrevista, cada uno se acomoda ante su instrumento (Supervielle los teclados y Morelenbaum el violonchelo) y las risas desaparecen para dar paso a la pasión que les une con una concentración absoluta.
«La emoción es lo más importante. Lo que procuro básicamente es emocionar al público», señala el brasileño respecto a su expectativa para el estreno mundial de «La Sphère».
En ese sentido, Supervielle apunta que la música del concierto que interpretarán en Uruguay «es exigente» y «requiere concentración», si bien considera que «no se trata de entender lo que está pasando, sino intuitivamente
disfrutarlo y comunicarse».
«La Esfera. Concierto para orquesta y electrónica», que contará con la participación del violinista argentino Javier Casalla -también integrante habitual de Bajofondo- y la Orquesta Clássica Nova, tendrá dos presentaciones en el Teatro Solís de Montevideo antes de viajar a Argentina y Alemania.
Por Concepción M. Moreno con los servicios de agencia EFE
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