La idea
La iniciativa consiste en instalar un móvil que realice espirometrías en la puerta de los locales bailables, coordinado con la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev). Aquellos jóvenes que deseen sumarse a la propuesta pueden controlarse y, si el registro evidencia que no consumieron, pueden ingresar en forma gratuita al boliche e incluso en forma más rápida.
Los jóvenes se podrán enterar de cuáles son los locales adheridos a esta iniciativa a través de las redes sociales y en acciones puntuales en los balnearios.
El objetivo de esta iniciativa es evitar la popular “previa”, que adolescentes y jóvenes realizan antes de salir a bailar, donde no solo consumen mucho alcohol sino que mezclan bebidas.
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, y el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, presidieron este miércoles en Torre Ejecutiva el acto de lanzamiento de este proyecto piloto.
“Se busca incidir en los jóvenes, dado que los estudios demuestran que la iniciación en el alcohol es cada vez más temprana”, advirtió Basso.
Roballo aclaró que, si bien esta es una iniciativa del MSP, es parte de una coordinación de esfuerzos. Explicó que en este tipo de iniciativas y en este tema en particular la comunicación juega un rol fundamental.
En la oportunidad se hicieron presentes, entre otras autoridades, la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg; el secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Milton Romani; el presidente de la Unasev, Gerardo Barrios; y el director del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, Fernando Rodríguez.
Además fue presentada la campaña de difusión de “Free Pass” que incluye folletos informativos con recomendaciones para quienes deban asistir a alguien que haya consumido alcohol en forma abusiva.
El consumo precoz de alcohol
“En la actualidad se considera al alcohol como un ‘peaje’ a la diversión. Los jóvenes realizan la previa y socializan como ritual el consumo de bebidas alcohólicas, para luego salir a bailar con una ingesta importante y habiendo mezclado varias bebidas”, relató Basso. Agregó que a veces realizan dicha previa lejos de la vista de sus padres y otras veces delante de ellos.
El ministro insistió en la necesidad de evitar la idea de que se necesita alcohol para divertirse.
La última encuesta realizada por la JND, correspondiente a 2014, indica que doce años y ocho meses es la edad promedio de inicio en la ingesta de alcohol. Asimismo, indica que alrededor de 21 % de los encuestados tuvieron al menos un episodio de intoxicación en los últimos quince días.
El jerarca explicó que se comienza con este piloto, para luego evaluar su resultado, la incidencia en la conducta de los jóvenes y la concreción de políticas estables.
Basso insistió en que es fundamental avanzar en la reducción del consumo precoz de alcohol. No solo está comprobado que se inician a más temprana edad, sino que consumen más cantidades, mezclan más e ingieren bebidas con mayor graduación alcohólica que años atrás.
Roballo enfatizó que esa acción se enmarca en una política de Estado y en una estrategia de gestión de riesgos, minimización de daños y prevención, que tuvo como punto alto el encuentro del 15 de octubre en el Palacio Legislativo, con el liderazgo del Presidente Tabaré Vázquez.
Añadió que en este caso el mensaje es propositivo, dirigido a la población más expuesta y que no se trata de una acción prohibicionista ni de un etiquetamiento. Sin embargo, sí es parte de la responsabilidad del Gobierno de preservar la salud de su población.
(fuente: Presidencia de la República)