La agencia uruguaya de promoción de inversiones y exportaciones Uruguay XXI realizó este miércoles un taller con el objetivo de sensibilizar a las empresas del país sobre el impacto que la huella hídrica puede tener en la exportación de bienes.
En el marco del taller, la gerente de Inteligencia Competitiva de Uruguay XXI, Mariana Ferreira, afirmó que el taller surgió a raíz de un planteo del Centro Tecnológico del Agua del país, que propuso investigar sobre cómo la huella hídrica puede impactar a la hora de exportar a mercados internacionales.
Ferreira apuntó que a partir de ello la agencia se interesó por indagar en el tema e hizo un llamado a consultores para generar una información que diera cuenta de la importancia de la huella hídrica y qué oportunidades presenta para las empresas exportadoras del país que utilizan el agua como insumo en su producción.
En ese sentido, la gerente propinó que el foco estuvo puesto en dejar a disposición un informe detallado sobre el tema y a la vez en desestimar la idea de que solo las grandes empresas pueden llegar a tener una certificación de este tipo.
«Lo que queríamos era desmitificar un poco, que las empresas, sobre todo las pymes (pequeñas y medianas), sientan que pueden abordar el tema, que no es una certificación imposible de alcanzar y que hay distintas vías para abordar el tema», enfatizó.
Por su parte, el investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay Leonidas Carrasco, que participó de la elaboración del informe, detalló que la huella hídrica es el principal método utilizado para valorar la cantidad de agua utilizada en la producción de bienes.
Carrasco recalcó así la importancia de que las empresas cuenten con esa información ya que si no la tienen «esto puede implicar un retraso en el acceso al mercado o ser excluido del mercado».
Sobre ese punto, a raíz de lo hallado en la consultoría, de la que participaron expertos uruguayos y peruanos, el investigador subrayó que no contar con una huella hídrica deja a las empresas «en desventaja» con respecto a sus competidores en el mercado internacional.
Por otro lado, Carrasco valoró que para trabajar con la huella, que, recalcó, tiene un gran impacto en el posicionamiento ante mercados como los de Europa, Asia y Estados Unidos, las empresas deben ver qué opciones tecnológicas hay para hacer más eficiente su producción.
«(La huella) es una forma de resumir la información para que un tomador de decisiones diga, por ejemplo, la producción de leche de esta forma es mucho más eficiente que esta otra, porque lo que hace es sintetizar la información desde que se produce la pastura hasta que se produce el litro de leche o el kilo de carne y por eso nos posiciona», concluyó.
El taller contó con la intervención de representantes de las empresas uruguayas Conaprole y BPU Meat NH Foods, así como de los consultores Agustín Inthamoussu y Ximena Gómez, que presentaron el informe «Huella hídrica en Uruguay: posibles efectos sobre los sectores agroexportadores».
Según el informe, el principal sector que hace uso del agua para la producción de sus bienes en Uruguay es el de la carne, seguido por los de la celulosa, los productos lácteos, el arroz y la soja, que sumados representan más del 60 % de los bienes exportados por el país. (EFE)