El sindicato del gas de Uruguay, junto a la central sindical, el PIT-CNT, estudia aplazar la huelga general prevista para el 27 de mayo por el conflicto con la compañía brasileña Petrobras, tras reunirse este jueves con el presidente del país, Tabaré Vázquez.
Luego de la reunión el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, señaló en conferencia que ve con buenos ojos aceptar la postergación como un «gesto claro» de que no están «enamorados del conflicto», sino que quieren hallar soluciones.
«Hemos construido una lógica clara en el discurso de que nuestra salida es el diálogo y la negociación y no tenemos ningún tipo de intransigencia a la hora de aceptar que el Poder Ejecutivo nos solicite tiempo para intentar encontrar una salida», apuntó.
Según detalló Pereira, la reunión también contó con la presencia de los ministros de Economía, Danilo Astori; Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro; Industria, Guillermo Moncecchi; y el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo.
«No estamos enamorados de un conflicto, estamos enamorados de la salida de un conflicto y eso requiere diálogo, voluntad política, propuestas y, sobre todo, como en cualquier negociación, una mesa donde se encuentren acuerdos», agregó.
Pereira dijo que aceptaron la petición del mandatario porque encontraron «una propuesta seria, una actitud política adecuada y una acción de gobierno atinada».
«El movimiento sindical va a mantener la paciencia que hay que tener cuando un conflicto llega a este nivel», añadió.
Por su parte, el integrante del sindicato del Gas Alejandro Acosta dijo que le trasmitieron a Vázquez la necesidad de llegar a «una salida entre todos» y lo fundamental para llegar a eso es resguardar los puestos de trabajo.
«Es necesario también darle la (mano) derecha al presidente de la República que nos manifestó que ya se estaba trabajando en puntos para encontrar una solución», explicó.
La decisión de aplazar la huelga se votará en asamblea este viernes.
La compañía brasileña Petrobras es la controladora de la Distribuidora de Gas de Montevideo (DGM), de la que tiene un 100 % del capital, y de la igualmente distribuidora de gas Conecta, de la que tiene un 55 %.
La petrolera estatal brasileña anunció el 26 de abril la venta de nuevos activos, que incluyen 8 refinerías en Brasil y la red de puestos de gasolina PUDSA en Uruguay.
El conflicto de los trabajadores con la empresa data de 2016 tras varios despidos por parte de la empresa y ha incluido huelgas de hambre y ocupaciones a los distintos locales de la compañía.
El pasado 30 de abril, tres trabajadores de Petrobras comenzaron una huelga de hambre para presionar al Gobierno de Uruguay para que comience a negociar la salida de Petrobras. Uno de ellos debió abandonar la medida por problemas de salud. (EFE)