El expresidente de Uruguay José Mujica (2010-2015) dijo este miércoles a la prensa que, con una confrontación de potencias como Estados Unidos y Rusia en Venezuela, los países que están en el área pobre del mundo se van a ir «al carajo».
Mujica, que asistió este miércoles a la ceremonia de entrega de la medalla República Oriental del Uruguay al director general de la FAO, José Graziano da Silva, en la sede de la Cancillería, en Montevideo, se refirió a la crisis venezolana como un «problema de difícil solución» en el que «no hay otro camino que la negociación».
En esa línea, el expresidente apuntó que la historia se encargó de demostrar que la posición adoptada por Uruguay ante el conflicto político de Venezuela «no era tan bobería», pues al tiempo que el opositor Juan Guaidó fue reconocido por más de 50 países como presidente interino, el país sigue gobernado por Nicolás Maduro.
«La práctica va demostrando que el camino que tomó Uruguay con toda la debilidad y pequeñez que tiene y que tanto criticaron era el camino más racional porque el Grupo de Lima se está arrimando (a ese camino) y también es la política» de la Unión Europea, expresó.
Asimismo, el exguerrillero tupamaro opinó que con la vía de la confrontación, como la adoptada por Estados Unidos, que no ha descartado una intervención militar en el país para expulsar del poder a Maduro, y considerada catastrófica por Rusia, los países del área pobre del mundo se irían «al carajo».
«Con el mundo de la confrontación nos vamos al carajo, hablando sencillo. Y cuando digo el carajo digo que los que nos vamos a joder (sic) somos los que estamos en el área pobre del mundo», sentenció.
«Cuando dos elefantes pelean pobre el pasto y pobres las hormigas. Nuestra línea tiene que ser la otra; por eso espero que haya una cuota de racionalidad», recalcó.
A su vez, consultado sobre si cree que hay margen de tiempo para la negociación, Mujica sostuvo que «desde el punto de vista humano no hay tanto tiempo porque no se puede someter a un pueblo a que sufra tanto inútilmente», pero que hay otros elementos que influyen.
«Creyeron que voltear a Maduro era un coser y cantar pero él no tiene nada más ni nada menos que el garrote, tiene algo que es la estructura militar; entonces hay que buscar que esa propia estructura tenga una salida», apostilló.
Venezuela vive un pico de tensión política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato de seis años tras ganar unas elecciones que fueron tachadas de fraudulentas por la oposición, y en respuesta Guaidó se proclamó como presidente interino.
El Grupo de Lima, aliado con Guaidó, y el Grupo Internacional de Contacto (GIC), que promueve la vía de la negociación y el diálogo, acordaron este lunes coordinar contactos con países que apoyan a Maduro para tratar de impulsar una transición y nuevas elecciones en Venezuela. (EFE)
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