El intendente de Montevideo, Christian di Candia, trabaja contra reloj para mejorar las políticas de medioambiente y la infraestructura de la capital uruguaya antes de las elecciones de 2020, aunque, casi sin quererlo, ya ha creado legado al convertirse en el más joven en gestionar su ciudad.
Con 37 años aceptó el testigo del sexagenario Daniel Martínez en abril, cuando su predecesor dejó la Intendencia para presentarse como uno de los candidatos a las elecciones presidenciales por el Frente Amplio (FA, izquierda).
«No quiero robar el lugar de joven, porque joven, joven, joven es alguien que tiene 20, 25 o 28 años, yo ya voy a tener 40 dentro de poco», recalcó durante una entrevista con Efe en su despacho de la Intendencia de Montevideo (IM).
No obstante, señaló que es verdad que para la política de su país es «muy joven», ya que, por ejemplo, la media de edad de los ministros de Uruguay es mayor a la edad de jubilación.
En los dos meses que lleva en el cargo, el político ya ha podido hacer algunos cambios, como poner en su despacho una gran foto en la que se ve a unos niños tirando piedras a unos militares o «milicos», como dice él, montados a caballo.
Pero los grandes objetivos del que fue miembro fundador de un club cannábico son «marcar mucho más fuerte la agenda del medioambiente», darle más potencia a la innovación ciudadana y mejorar el espacio público de la ciudad.
No obstante, este licenciado en Ciencias Políticas que sigue saliendo a tomar cerveza con sus amigos a los bares montevideanos sabe que Uruguay está «muy lejos» de alcanzar algunas metas, como la de ser una ciudad verde.
«Creo que falta reciclar, reutilizar y clasificar mucho más, Uruguay está muy lejano, y Montevideo también, a lo que debería ser. Tenemos una capacidad cercana al 3 % de los productos potenciales clasificables, que es lo que estamos clasificando ahora. Con la planta nueva vamos a llegar a un 30 %, pero para poder llegar a ese 30 % se necesita una infraestructura que hoy no tenemos», recalcó.
La infraestructura es algo clave para Di Candia, pues piensa que esta puede «generar cultura» y ejemplificó su teoría diciendo que para motivar la movilidad sustentable en la ciudad, primero hay que crear ciclovías o carriles bici.
«Ahí hay un poco el juego de ‘Qué es antes: el huevo o la gallina'», anotó el intendente, que explicó que es una de las razones por la que esta IM ha invertido desde 2015 unos 600 millones de dólares, algo que calificó como «histórico».
En esta ciudad sudamericana, en la que viven 1,3 millones de personas, hay «más de 40 puntos de infraestructura vial en ejecución», algunos de los cuales están tardando más de lo previsto por inconvenientes durante las obras, y el objetivo es ampliar los tramos para los peatones y mejorar la circulación mediante túneles.
Otro de los problemas a los que se enfrenta Montevideo son las personas en situación de calle, ya que según los últimos datos son 2.038 las que viven a la intemperie.
«Es una preocupación principalmente humana, más que política (…) Creo que lo que hay que asumir es que vivimos en un sistema que expulsa a la gente, y que las respuestas tienen que ser sistemáticas y que hay discusiones que van más allá de si se les consigue refugio o si se les da un plato de comida», apostilló.
En ese sentido, hizo suyas las palabras de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona en funciones: «Por más que no sea de nuestra competencia es de nuestra incumbencia», pues cree que es una frase que encierra el dilema, así como la posición de las ciudades entorno a este tema.
Además, Di Candia señaló que la IM pondrá varias fincas para generar centros diurnos y que están trabajando en la modificación de los reglamentos de las pensiones de la ciudad para que tengan una «mira más humanista» y den más garantías.
El precio «muy elevado» de los alquileres también influye en este problema social, por lo que Di Candia cree que hay que «regular» este mercado de acuerdo con la realidad actual de Montevideo, ya que estos precios están fijados por un decreto ley que se aprobó durante la dictadura cívico-militar (1973-1985) de Uruguay.
Di Candia quiere quedarse al pie del cañón hasta que tenga que entregar las llaves de la capital al siguiente intendente, por lo que no correrá la carrera electoral el año que viene.
«Para poder presentarme tendría que renunciar en febrero de este próximo año para la campaña y creo que esta administración no tendría que tener una nueva renuncia por campaña electoral», concluyó.
Sarah Yáñez-Richards (EFE)