El defensa José María Giménez está llamado desde hace tiempo a ser el sucesor de Diego Godín en la defensa de la selección de Uruguay y del Atlético de Madrid, una posta de la que se hace dueño a base de goles decisivos como el conseguido el jueves en la Copa América.
A sus 24 años, Giménez suma ocho goles con la Celeste, todos ellos conseguidos de cabeza en los 59 partidos que acumula con la selección nacional desde que el experimentado técnico Óscar Washington Tabárez lo hiciese debutar hace casi seis años.
El último de ellos frente a Japón sirvió para que el combinado uruguayo consiguiese un valioso empate y evitase una derrota que les habría complicado en exceso su clasificación para los cuartos de final de la Copa América.
Giménez conectó un certero cabezazo al saque de un córner para plasmar en gol la garra uruguaya a la que los charrúas se encomendaron para sacar petróleo de un partido que se les había complicado en exceso.
El remate seco del defensa cruzó el área chica con una trayectoria que terminó pegado al palo, sin opción alguna para el portero japonés. Al terminar el partido, Giménez consideró que su gol «significa mucho por lo que se trabaja día a día y por el esfuerzo de los compañeros».
No es la primera vez que Giménez hace un gol salvador para la selección uruguaya, pues hace tan solo un año en el Mundial de Rusia 2018 dio la victoria a la Celeste con otro preciso remate de cabeza frente a Egipto, en la primera jornada de la fase de grupos de la Copa del Mundo.
El año pasado también hizo otros dos goles de cabeza con la selección en partidos amistosos, uno que abrió la goleada por 1-4 a México y otro que cerró el triunfo por 3-0 ante Uzbekistán.
En la Copa América ya había marcado. Lo hizo en la edición de Chile 2015 con solo 20 años, en un partido contra Paraguay cuyo empate a un gol le sirvió a la Celeste para ser uno de los mejores terceros y pasar a los cuartos de final del torneo. Al igual que el gol de este jueves, también en un remate de cabeza a saque de córner.
Giménez ya se había estrenado como goleador en 2014 en un partido amistoso contra Corea del Sur donde le dio el triunfo a Uruguay por 0-1, y pocos meses después sumó su segundo en otro amistoso con Costa Rica (3-3). En 2017 logró su tercer gol con el equipo nacional al anotar el único tanto de los uruguayos ante Irlanda (3-1).
Todo ello siempre al lado de Godín, su inseparable pareja en la defensa de Uruguay y del Atlético de Madrid al que le tocará suceder como líder de la zaga del equipo colchonero una vez que termine su participación en la Copa América.
Durante seis años Giménez ha pulido en los entrenamientos del Atlético y de la selección todas sus virtudes con un modelo ejemplar de defensa contundente, expeditivo y con un gran juego aéreo como Godín, de esos que al fin de cada temporada contribuyen con muchos puntos al equipo no solo por los goles que evitan sino también por los que marcan.
Ahora que Godín está en la recta final de su carrera y también se despedirá en breve de la selección, la pregunta en Uruguay no es quién sucederá a Godín, sino quién sucederá a Giménez y será su fiel compañero como él lo ha sido con el experimentado defensa por tantos años.
EFE.