Pese a que los directivos de la central sindical hablan de un «alto acatamiento de la medida», ya que las empresas públicas, los trabajadores estatales, la educación y otros sindicatos se adhirieron al paro, Montevideo no se vio completamente detenida ya que hubo alta frecuencia de transporte público y la gran mayoría de los comercios estaban abiertos.
Uno de los sectores donde hubo mayor acatamiento fue la educación, ya que el vicepresidente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), José Olivera, dijo a Efe que en todo el país se estimaba un 75 % de adhesión y en Montevideo más del 90 %.
«Éramos conscientes de que la adhesión iba a ser importante. Antes de empezar la medida pensábamos que íbamos a tener un alto acatamiento como finalmente sucedió, hay un alto acatamiento de los trabajadores», dijo en conferencia de prensa el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira.
Respecto de esta medida, que había sido anunciada a principios de junio, explicó que se hizo para exigir trabajo debido a que hay 50.000 personas que perdieron el suyo en cuatro años.
«Nos quieren confundir de que mantener los puestos de trabajo es desregular el mercado de trabajo», opinó el presidente de la central en el acto que se celebró en la sede del PIT-CNT.
En este sentido, Pereira habló de lo sucedido semanas atrás en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde una queja de las cámaras de Industria y de Comercio y Servicios de Uruguay hizo que el organismo incluyera al país suramericano en la lista de casos para evaluar por sus normas laborales.
«El movimiento sindical dio una pelea política y jurídica para defender la negociación colectiva en Uruguay y realmente estamos en la disputa de dos proyectos de país, los que defendemos la negociación colectiva, el trabajo, la libertad sindical, la igualdad social y del otro lado las cámaras empresariales que defienden la desregulación», sostuvo.
Según el dirigente, los empresarios uruguayos quieren atacar «el corazón de la ley de negociación colectiva».
Al respecto, el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, -que fue quien asistió a la OIT en representación de la central sindical- respaldó la negociación colectiva uruguaya y los derechos laborales del país.
«Uruguay es un país saludado por todos los Gobiernos del mundo, por la propia OIT y por los trabajadores del planeta como un país donde prospera el diálogo social y la negociación, donde el 100 % de los trabajadores y empresarios tenemos el derecho a la negociación colectiva», subrayó.
Ante la queja empresarial, la OIT recomendó hacer cambios en la negociación colectiva y el Gobierno uruguayo dijo que está dispuesto a negociar.
Abdala confía en que se mantengan «las piedras angulares de la negociación colectiva» y que se pueda llegar a un acuerdo con el sector empleador para que el país salga de la Comisión de Normas del organismo internacional.
«Es una inmoralidad que Uruguay esté, con el desarrollo del diálogo social y el respeto a los derechos humanos que hay acá, junto a países como Colombia que asesinan a los dirigentes sindicales. Es una vergüenza que nos debería molestar a todos», añadió.
Sobre la situación de los trabajadores de Petrobras Uruguay, Abdala dijo que «se necesita mucho diálogo» y que la empresa brasileña «se saque el balde» y acepte negociar.
«(La huelga) es en solidaridad con todas las trabajadoras y trabajadores en conflicto, en particular los trabajadores del gas», acotó.
Petrobras, que es controladora de la Distribuidora de Gas de Montevideo, de la que tiene un 100 % del capital, y de la igualmente distribuidora de gas Conecta, de la que tiene un 55 %, anunció el 26 de abril la venta de nuevos activos que incluyen 8 refinerías en Brasil y la red de puestos de gasolina PUDSA en Uruguay.
El conflicto de los trabajadores uruguayos del gas con la empresa data de 2016 tras varios despidos y ha incluido huelgas de hambre, manifestaciones y ocupaciones a los locales de la compañía.
«Todo el mundo hace propuestas mediadoras, nadie en un conflicto plantea el todo o nada pero esta gente, en forma absolutamente intransigente, dice que no a todo. Se tiene que venir un momento donde los legítimos intereses de la empresa se articulen con el también legítimo interés de los trabajadores de mantener el trabajo», desarrolló el secretario general.
La huelga general de 24 horas, que comenzó en la noche del lunes con la paralización del transporte, finalizará esta noche, aunque ya por la tarde algunos servicios van retornando a la normalidad.
Federico Anfitti / EFE
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