El informe ambiental encargado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para conocer los diversos impactos que ocasionará la construcción del bypass y segundo puente de Carmelo revelan cambios potencialmente significativos en las condiciones hidráulicas.
El cambio, según la consultora Adapta, se va a producir en el aumento de velocidad del agua en el Arroyo de las Vacas a partir de la construcción del nuevo puente.
Esto podría generar procesos de socavación en el perímetro mojado del puente (márgenes y lecho) y deposición del material agua abajo.
El potencial de afectación a la integridad de la morfología será «significativamente alta», advierte el estudio, también se verá afectada «la integridad estructural del puente.»
Para eso se propone el diseño de medidas estructurales de protección para evitar la erosión en las zonas de interferencia de la estructura con el lecho del Arroyo de las Vacas.
La socavación de pilares ante escenario desafiantes (200 y 500 años de tiempo de retorno) se acepta como un hecho, pero se mitiga el impacto mediante el cálculo estructural tal, que la estructura admitiría el fenómeno de socavación, motivo por el cual la posibilidad de un problema estructural del puente no sería posible. El impacto residual resulta admisible, concluye el documento.