La Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) lograron hoy pactar un acuerdo de libre comercio tras veinte años de negociación, informó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y la secretaria de Comercio Exterior argentina, Marisa Bircher.
«!El acuerdo comercial con Mercosur hecho! Un momento histórico. En medio de las tensiones comerciales internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio basado en normas», escribió Juncker en su perfil de la red social Twitter.
Añadió que se trata del «mayor acuerdo comercial» que la UE ha cerrado en su historia y consideró que es un resultado «positivo» para el medio ambiente y los consumidores.
«¡Hoy logramos un acuerdo histórico entre Mercosur y la UE! Un hito que culmina con un proceso negociador de 20 años y complementa las acciones que venimos trabajando para lograr un mayor y mejor acceso al mundo», apuntó también en Twitter Bircher.
En un comunicado, el Ejecutivo comunitario explicó que el nuevo acuerdo comercial «consolidará una asociación estratégica política y económica y creará oportunidades significativas para el crecimiento sostenible de ambos lados».
Añadió que la UE es «el primer gran socio» que logra un pacto con Mercosur y explicó que el acuerdo cubrirá a 780 millones de personas.
Agregó que el acuerdo contiene los «mayores estándares» de seguridad alimentaria y protección de los consumidores, así como principios relativos a los derechos laborales y el medio ambiente, incluida la implementación del Acuerdo del clima de París.
«Mediante este acuerdo, los países del Mercosur han decidido abrir sus mercados a la UE. Obviamente, eso son noticias geniales para las empresas, trabajadores y economías de ambos lados del Atlántico», señaló Juncker.
El pacto ahorrará a las empresas europeas 4.000 millones de euros al año en aranceles, lo que lo convierte en el mayor acuerdo comercial que la UE haya cerrado en su historia, según Juncker dijo.
Los Veintiocho y el Mercosur iniciaron la semana pasada una nueva ronda de negociaciones técnicas en Bruselas para tratar de avanzar lo suficiente en los asuntos pendientes como para convocar una reunión al nivel político, después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asegurara a principios de junio que un acuerdo comercial entre los bloques era inminente.
A partir del miércoles, comenzaron esos encuentros, cuando el vicepresidente de la Comisión Europea para el Crecimiento, Jyrki Katainen, y los comisarios de Comercio, Cecilia Malmström, y de agricultura, Phil Hogan, «recibieron a los ministros del Mercosur para una cena durante la cual hicieron balance del trabajo hecho por los equipos negociadores en los últimos días», indicaron entonces a Efe fuentes comunitarias.
Por parte del Mercosur acudieron a la cena los cancilleres de Argentina, Jorge Faurie; de Brasil, Ernesto Araújo; de Paraguay, Luis Alberto Castiglioni, y de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa.
El jueves siguieron los encuentros pasadas las 22:30 horas de Bruselas (20:30 GMT) y este viernes se reanudaron desde primera hora de la mañana.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha calificado de «histórico» el acuerdo: «Histórico! Nuestro equipo, liderado por el embajador Ernesto Araújo (ministro de Exteriores), acaba de cerrar el Acuerdo Mercosur-UE, se estaba negociando, sin éxito, desde 1999», conmemoró el mandatario en su cuenta en Twitter.
El Gobierno argentino lo ha definido como «uno de los más importantes de la historia a nivel mundial».
El Ejecutivo de Mauricio Macri ha indicado en un comunicado que se trata de un «hito para la inserción internacional» de Argentina porque aumentará las exportaciones de las economías regionales y consolida la participación de las empresas del país en cadenas globales.
Las negociaciones para un acuerdo de asociación -basado en la cooperación, el diálogo político y el libre comercio- entre la UE y el Mercosur se iniciaron en Buenos Aires en abril de 2000 y, desde entonces, se han celebrado más de una treintena de rondas de negociación.
Productos como la carne de vacuno y el azúcar han sido de los más sensibles para los europeos durante el proceso negociador.
EFE.
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