El Ministerio de Salud Pública, en su presentación del programa de metas para el quinquenio, señaló los 15 indicadores principales, vinculados a la primera infancia, el control de embarazo, mejora de las estadísticas relacionadas con enfermedades no transmisibles, prevención de la mortalidad por cáncer, incidencia de suicidio y otros problemas relacionados con salud mental, consumo problemático de alcohol y sustancias psicoactivas.
Todo ello forma parte de los Objetivos Sanitarios Nacionales 2020, que son cuatro en total, y cinco metas u objetivos estratégicos
El primer objetivo estratégico de ese listado presentado a fines de diciembre implica favorecer los estilos de vida y los entornos saludables, así como disminuir los factores de riesgo.
Entre las metas trazadas se procura reducir el porcentaje de fumadores actuales y la exposición al humo de tabaco ambiental. Actualmente, 22,2 % de los uruguayos consume cigarrillos, según datos de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2014.
El objetivo es disminuir al menos 20 % la cantidad de fumadores mayores de 15 años y aumentar el número de instituciones con cumplimiento de la normativa vinculada a espacios libres de humo.
Otro objetivo es extender las prácticas de alimentación saludable y actividad física, lo que implica ejecutar un plan intersectorial.
También se procura reducir la prevalencia de la anemia y el retraso del crecimiento en la primera infancia. Para 2020 se proyecta una disminución de la anemia moderada entre los niños de 6 a 23 meses a 5 % del total, actualmente este indicador se ubica en 8,1 %, y a disminuir el retraso de crecimiento para que pase de afectar a 4,4 % del total de niños de 2 a 4 años a 3 %.
Detener el aumento del sobrepeso y la obesidad en la población uruguaya es otro objetivo sanitario. Esta situación afecta a 9,6 % de los niños menores de 2 años, a 11,3 % de los niños de 2 a 4 años, a 27,2 % de los adolescentes entre 13 y 15 años y a 64,9 % de las personas entre 15 y 64 años.
Entre las metas también se ubica la reducción de la prevalencia de los usos problemáticos de alcohol, lo cual supone avanzar en los procesos de mejora en la regulación del consumo de esa sustancia, en el marco de la comisión creada en Presidencia de la República. Entre las políticas dispuestas se incluyen acciones dirigidas a los más jóvenes (campañaFree Pass para atender “la previa”).
Se estima que unas 260.000 personas tienen problemas con esta droga en este país con 3,3 millones de habitantes.
El Gobierno procura que en 2020 aumente la percepción de riesgo sobre consumo de cannabis, que se logre una reducción de la prevalencia de riesgos y daños asociados a su uso en la población adolescente, joven y adulta. Actualmente la cantidad de consumidores ronda al 16,6 % de los uruguayos.
Asimismo, se proyecta implementar un proceso normativo tendiente a aumentar el uso racional de psicofármacos.
Se aspira a la prescripción racional de estupefacientes y psicofármacos por parte de los profesionales de la salud y a un uso adecuado por parte de los usuarios.