La relación de las personas ciegas con los cánones de belleza es el disparador de «Estar igual que el resto», una muestra en la que la artista uruguaya Pau Delgado indaga sobre cómo los valores sociales que se configuran en la mirada también son determinantes para los que no ven.
Basta con aproximarse a la entrada de la sala tres del Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) de Uruguay, donde hasta el 1 de septiembre se expone «Estar igual que el resto», para sentir que el término «artes visuales» no se aplica a todo lo que se expone en el museo.
Al adentrarse en esta muestra, el visitante se sumerge en una experiencia que busca dejar de lado lo visual para dar lugar a los demás sentidos.
Así lo explicó en una entrevista con Efe su creadora, Pau Delgado, quien aseguró que lo que la exposición busca generar es que el visitante no vaya solo «a ver» el arte, sino a que allí «le suceda algo».
«A mí me interesaba generar este espacio donde las personas que vengan a la exposición se sientan envueltas en una experiencia», apuntó la artista.
«Entonces ese recorrido bastante largo, porque es un recorrido como de 17 metros en casi total oscuridad, ya te pone en otro lado. Si sos una persona que ve te pone en una situación que no es común y ya eso de alguna manera te obliga a agudizar otros sentidos», añadió.
Delgado resaltó así que lo que busca el recorrido, en el que el visitante es acompañado por una pieza musical que compuso con el exguitarrista de Franz Ferdinand Nicholas McCarthy, es guiar al público hacia lo central: las reflexiones de las personas ciegas entrevistadas.
En cuanto al disparador del trabajo, que construyó con base en conversaciones con 22 personas ciegas de nacimiento de Argentina, Chile, Cuba, Inglaterra, Perú, Paraguay, Suiza y Uruguay, la artista indicó que vino de reflexiones previas sobre las imágenes mediáticas y «el deber ser de la apariencia».
«En gran parte de mis trabajos anteriores he reflexionado bastante sobre (…) un montón de mandatos o normativas que tienen mucho impacto y mucho que ver con la mirada, con cómo miramos, cómo construimos la mirada y aprendemos a mirar. Entonces en un momento yo dije: ¿qué pasa con las personas que nunca vieron?», expresó.
Una vez en contacto con estas personas fue que, según detalló, Delgado comenzó a ver que había una «tensión» entre lo que la cultura espera de las personas ciegas y lo que estas sienten.
«Algunas personas me decían en esas conversaciones que de pronto hay una persona que todo el mundo dice que es muy linda y (la persona ciega dice) yo siento otra cosa cuando estoy con esa persona. Entonces ahí (se ve) qué otros sentidos tenemos y cómo experimentamos la vida también a través de otros sentidos», puntualizó.
Asimismo, Delgado observó que en los testimonios, si bien existían diferentes opiniones, predominaba la idea de que pese a no tener recuerdos en imágenes ni saber cómo son los colores, tenían incorporadas diversas normas o estereotipos relativos a la belleza.
«Por eso esta muestra se llama ‘Estar igual que el resto’, es lo que dice una de las mujeres en Perú, que dijo ‘yo por ser ciega no voy a ir a un casamiento cuando todo el mundo está vestido de gala y voy a entrar de short y chancletas porque soy ciega'», esgrimió.
De todas formas, la artista, que cursó una maestría en Industria Cultural en Goldsmiths, de la Universidad de Londres, señaló que, si bien depende de la persona, la discriminación hacia los otros, por ejemplo, no opera igual para los invidentes.
Delgado ejemplificó así que si bien una persona de Suiza le explicó que para los ciegos es más difícil ser racistas porque su contacto con los demás es más cercano, otra persona entrevistada en Chile le dijo: «no me gusta la gente negra».
Por otro lado, la artista y docente uruguaya opinó que más allá de considerar el tema en términos de que haya o no «más arte para ciegos», el mundo del arte debería abrir más su espectro de personas a las que le habla.
«Una de las mujeres ciegas entrevistadas vino el día de la inauguración y salió muy conmovida y me dijo: ‘¿te das cuenta que hiciste un trabajo donde hay una mujer ciega hablando de masturbación femenina?’. Para ella eso era algo que nunca había visto representado en un trabajo, una muestra o algo cultural», sostuvo Delgado.
«Cuando asumimos que todas las personas somos iguales y que le hablamos a una persona universal, en realidad ese falso universal representa siempre más o menos a un tipo de persona probablemente blanca de clase privilegiada, con educación (…) entonces como artistas es ese desafío de abrir un poco los contextos», concluyó.
Alejandro Prieto
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