Argentina o Uruguay albergarían la final del Mundial de 2030 en caso de que la candidatura conjunta del Cono Sur de América sea elegida para organizar la competición.
Así lo manifestó este jueves a los medios el coordinador general de la iniciativa, Fernando Marín, tras finalizar el encuentro del grupo de trabajo multilateral que ha reunido a ministros y embajadores de los cuatro estados en el Palacio de Gobierno de Asunción.
Asimismo, se anunció que Paraguay y Chile se repartirían los dos partidos de las semifinales.
Marín explicó que el país que no logre hacerse con el partido decisivo se encargará de organizar el encuentro inaugural, mientras que el tercer puesto también se decidirá en Paraguay o Chile.
Además, el coordinador aseguró que por el momento no se ha tomado una decisión sobre la petición de Bolivia de convertirse en subsede del campeonato y emplazó esa resolución a los gobiernos del bloque.
Asimismo, Marín dio por hecho que la candidatura sudamericana competirá por el Mundial con otros dos proyectos europeos: uno encabezado por Inglaterra e Irlanda y el otro por España y Portugal.
«Vamos a tener competencias realmente fuertes», afirmó Marín, quien recalcó la importancia de establecer una «estrategia política y diplomática» para convencer a las 211 federaciones de la FIFA que votarán en la elección.
En ese sentido, ya señaló algunos movimientos como el encuentro que mantuvo el presidente de Argentina, Mauricio Macri, con el mandatario de la FIFA, Gianni Infantino, en Zurich (Suiza) a principios de mes.
Marín no quiso adelantar una estimación de la inversión económica que precisa la región para albergar el mundial, aunque advirtió que serán necesarios cambios marcados por la FIFA para garantizar el aforo y las condiciones de los estadios.
«No es todavía el momento de ese análisis porque nosotros somos una región que tenemos estadios que hay que adecuarlos, remodelarlos. Hay que implementar que esas sedes puedan albergar a 48 equipos, como va a ser el Mundial del 2030», agregó.
En ese sentido, defendió la importancia de lograr que esa inversión tenga un impacto posterior tanto en lo deportivo, como en la cultura o la hostelería de los cuatro países.
«Es fundamental para nosotros y para los cuatro países y los cuatro gobiernos el legado que va a dejar el Mundial y que el mismo sea una inversión y no termine siendo una cáscara escenográfica», señaló.
En la reunión de hoy, los representantes de los cuatro estados han avanzado las claves de un acuerdo cuatripartito, que permita a los ministerios de exteriores trabajar en los aspectos logísticos y jurisdiccionales.
«Hoy se habló más sobre la parte de documentación y la parte jurídica, que le tiene que dar un contenido porque es inédito esta propuesta de cuatro países que tienen legislaciones, parlamentos y senados distintos», afirmó.
La reunión se ha producido un día después de que Chile ratificara oficialmente su adhesión a la candidatura conjunta durante la cumbre de presidentes del Mercosur que se celebró en la ciudad argentina de Santa Fe.
El principal argumento a favor de la candidatura es que permitiría volver a disputar un mundial en Uruguay, 100 años después de que el país albergase la primera edición de la competición, en 1930.
Los representantes de los cuatro países del Cono Sur fueron recibidos antes de la reunión por el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, y el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez.