Un viejo conventillo, tal vez una de las primeras construcciones del barrio Molino Solís colapsó parte de su estructura, derrumbándose y dejando en la calle a cuatro personas.
Las mismas fueron trasladadas a los barracones del Barrio Lomas. En este lugar administrado por el Municipio de Carmelo, no había camas y tampoco personal para asistir en los primeros momentos a los damnificados.
El local fue habilitado pero según fuentes consultadas los afectados se encontraban solos en el lugar, sin asistencia ni contención institucional planificada.
A las 17:53 -por ejemplo- el periodista Miguel Guaraglia realizó un streaming desde su cuenta de facebook constatando que no había ninguna autoridad en el lugar.
En una de las habitaciones uno de los afectados literalmente tiró un colchón durmiendo en el piso. En otra, una señora logró colocar su propia cama, unas sillas y un televisor.
Los aire acondicionados no estaban programados, tampoco se encontraban los controles remotos para encenderlos. El tema fue solucionado posteriormente con la llegada de un técnico. Sí estaban funcionando los calefones en las duchas.
Una de las señoras trasladadas denunció estar quebrada, esperando hace seis meses que la operen. Todos se encuentran literalmente en situación de calle.
Consultados sobre la asistencia del Mides señalaron carencias en los programas. Uno de los afectados dijo también que se le había retirado la Canasta Social de Acción Social y solo contaba con una cifra cercana a los mil pesos mensuales para comprar mercadería con la Tarjeta Social, por ser afectado debido a ser considerado como afectado por inundaciones.
Una vecina explicó al periodista Miguel Guaraglia no recibir ayuda institucional con materiales, «el MIDES solo da la tarjeta social, y nada más, no tenemos material para arreglar nuestras casas, no hay viviendas, nada…«, advirtió.
Otro de los afectados comentó que hace unos años se habría presentado personal técnico municipal advirtiendo que al ser edificaciones históricas eran consideradas bienes patrimoniales por lo que no se podían tocar, «me dijeron que no podía tocar la pared por ser considerada patrimonio, si podíamos hacer reformas por dentro«, denunció.
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