La Cancillería convocó este martes al embajador uruguayo, Federico Perazza, para comunicarle «la preocupación del Gobierno sobre la eventual presencia» en Uruguay de tres militantes de izquierda paraguayos hasta ahora refugiados en Brasil, que cuentan con una orden de extradición por parte de la Justicia de su país.
Perazza mantuvo una breve reunión con el vicecanciller paraguayo, Antonio Rivas, y abandonó la Cancillería sin hacer declaraciones, mientras que desde el Ministerio de Exteriores de Paraguay publicaron un tuit acerca del encuentro.
Los tres activistas Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colman contaban desde el año 2003 con el estatus de refugiados políticos en Brasil, donde acudieron en 2002 antes de someterse a la Justicia paraguaya por su implicación en el secuestro de María Edith Bordón, en 2001, y alegaron presuntas torturas por parte de las autoridades de Paraguay.
Por ese motivo, Arrom y Martí llevaron al Estado paraguayo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que en junio absolvió a Paraguay de toda responsabilidad en las supuestas torturas al considerar que no había pruebas suficientes.
Unas semanas después de esa decisión, el Comité Nacional de Refugiados (Conare) de Brasil revocó la condición de refugiados políticos a los tres hombres, aunque estos recurrieron unas horas antes de que expirará el plazo de apelación.
La última palabra quedó entonces a cargo del ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, quien corroboró la decisión del Conare y retiró el refugio político a los tres paraguayos.
De esta forma, Paraguay estaba pendiente de la extradición de los tres hombres, pero mantenía una sospecha de riesgo de fuga que al final se confirmó.
El director de Inteligencia del Ministerio del Interior, Carlos Benítez, comentó hoy a Efe que todavía desconocen cuándo se produjo el ingreso de los tres a Uruguay, pero sospechan que se dio a lo largo del mes de julio.
«No hubo ningún registro migratorio. No consta en el registro de Brasil ni en el de Uruguay, por lo que creemos que la salida se produjo de manera ilegal», dijo Benítez.
Benítez explicó que aunque las autoridades brasileñas tenían vigilados a Arrom, Martí y Colmán, su sistema de monitoreo era «de manera aleatoria y no muy rígida», por lo que tuvieron «facilidad para abandonar el territorio» brasileño.
No obstante, el director de Inteligencia aseguró que ya trabajan con sus pares de Uruguay para averiguar el lugar concreto en el que están residiendo, y que, del mismo modo, la Cancillería y la Fiscalía también están «tomando recaudos» para lograr su extradición a Paraguay.
A pesar de que existía una notificación de código rojo de la Interpol sobre los tres hombres, sus datos se encontraban «bloqueados temporalmente», como señaló Benítez, a petición de los tres paraguayos que alegaron violación de sus derechos humanos.
Benítez confirmó que Paraguay ya ha solicitado a la Interpol que vuelva a activar el código rojo y que estos se han comprometido a hacerlo, aunque sin un plazo concreto. (EFE)
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