Por medio de un taller que impartió en Montevideo y que llevará a otras ciudades sudamericanas, el dramaturgo español Íñigo Guardamino enseñará a escribir obras teatrales de una forma «más fragmentada» que refleje la realidad actual.
Así lo destacó en diálogo con Efe el autor y director bilbaíno, que cuenta en su haber con obras como «Solo con tu amor no es suficiente», por la que recibió el premio Godoff a mejor dramaturgia, y «Este es un país libre y si no te gusta vete a Corea del Norte».
Guardamino detalló que la propuesta del taller «El espejo roto de la dramaturgia contemporánea», impartido en el Centro Cultural de España en Montevideo esta semana, en el marco del Festival Internacional de Artes Escénicas (Fidae), es brindar a los participantes herramientas para contar historias que se sirvan de todas las formas de ver la «caótica» realidad de hoy día.
«A mí siempre me interesa contar una historia pero no hacerlo de una manera tan lineal, tan obvia, y dentro de eso intentar un poco que se adapte la forma de contar las cosas a lo que estamos viviendo y he hecho un poco de todo porque no me gusta repetirme», señaló.
En ese sentido es que para el taller, cuya celebración se enmarca en el proyecto «DramaTOURgia», de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y el Centro Dramático Nacional, Guardamino explicó la metodología que usa para escribir este tipo de teatro tomando como ejemplo una de sus obras.
Según expresó el dramaturgo, la elección de «Monta al toro blanco», estrenada en 2018, como obra para analizar con el grupo se debe a que en ella hizo una «panorámica» sobre todo lo que está ocurriendo en la Unión Europea mediante una conjunción de varias historias.
«Toro blanco viene de que Zeus en la mitología se disfrazó de toro blanco y raptó a la ninfa Europa, dando nombre así al continente. Entonces a partir de esa historia mitológica (la obra) hace un paralelismo con todo lo que está pasando hoy en día en Europa», puntualizó.
Guardamino indicó así que la pieza, usando como hilo conductor al denominado «sueño europeo», aborda temas como la crisis migratoria en el Mar Mediterráneo, la falta de horizontes de los jóvenes europeos o el «brexit», que, subrayó, colocan a Europa en una encrucijada en la que debe decidir si será un continente abierto o no.
En esa línea, el bilbaíno sostuvo que la metodología que quiere impartir en el taller, que brindará también en Asunción, Buenos Aires y Santiago de Chile, se basa, y por ello lo de «espejo roto», en contar la realidad mediante «trozos» de historias que luego deberán ser interpretadas por cada espectador.
«La cosa es no tratar al espectador como si fuera idiota, entretenerle pero sin ser condescendiente y que ellos mismos tomen sus propias conclusiones; que (como espectadores) no nos den todo masticado y no nos digan lo que tenemos que pensar», indicó.
A su vez, preguntado por si ve en la realidad latinoamericana potencial para este tipo de teatro, Guardamino esgrimió que algunos personajes uruguayos y situaciones como la de Argentina, envuelta en una crisis cambiaria tras un giro político en sus más recientes elecciones primarias, tienen el componente dramático necesario.
«A Uruguay se le llama la Suiza de América y es un país más tranquilo pero temas tenéis. Está lo que está pasando ahora en Argentina, que ellos siempre son mucho más dramáticos en todos los sentidos y da para mucho pero aquí también habéis tenido al presidente (José) Mujica», ejemplificó.
«Un tema puede ser tratar la historia de los charrúas (indios que habitaban las tierras que hoy son de Uruguay) desde un punto de vista contemporáneo, desde algo que pasa hoy en día o que pasó en esa época también», añadió.
Por otro lado, el dramaturgo, que manifestó estar «muy contento» con el interés de los participantes del taller, afirmó que, dado que su forma de hacer teatro no es la que predomina, ya que no es un teatro «comercial» abocado solo al entretenimiento, experiencias como la del curso sirven para lograr una «retroalimentación».
«(La de Uruguay) es una situación parecida a la de España en que hay ganas de contar historias pero no hay medios. Entonces en el taller nos estamos retroalimentando en ese sentido de cómo se pueden contar historias de una manera que enganche con un poco de guerrilla, sin tantos medios», concluyó.
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