Este jueves 21 comenzó la construcción de las viviendas temporales que albergarán durante tres años a los trabajadores que edificarán UPM II. Finalizadas las obras, esos predios se devolverán al Estado con 60 casas erigidas y unas 19 hectáreas en las que se instalarán 700 familias provenientes de áreas inundables o con dificultades de acceso a la vivienda. La planificación estuvo a cargo de la OPP y el Ministerio de Vivienda.
El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, y el titular de Ordenamiento Territorial, José Freitas, visitaron Paso de los Toros, donde este miércoles 21 comenzó la construcción de las viviendas temporales que alojarán los trabajadores que participarán en la construcción de la segunda planta de UPM, durante los tres años que demore su edificación.
El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, con apoyo de la OPP, implementó el proceso de planificación y negociación con la empresa UPM II, en relación a la construcción de las viviendas temporales que alojarán a los 3.500 trabajadores que edificarán la planta.
“Hemos trabajado mucho para esto, primero, en lo relacionado con el desarrollo sostenible, social y ambiental de manera equilibrada. El hecho de estar en este punto del país implica darle un empujón fuerte a esta zona que ha estado históricamente rezagada y, además, como gobierno nacional, el objetivo perseguido siempre fue aprovechar al máximo los beneficios que esta inversión tendrá para el país”, expresó Álvaro García.
Finalizada la construcción de la planta, esas tierras serán gestionadas por el Estado con 60 casas y 19,5 hectáreas listas para edificar viviendas. Estas construcciones incluyen todos los servicios y beneficiarán a cerca de 700 familias por medio de los distintos programas de vivienda social, lo cual permitirá cambiar radicalmente el histórico problema de la inundación de estas ciudades, complementó.
Por su parte, José Freitas resaltó el hecho de que una vez finalizada la construcción de la planta las viviendas, los predios utilizados formarán parte de los programas de soluciones habitaciones de la secretaría estatal. “En el marco de algún proyecto cooperativo, de realojo o de adjudicación de viviendas, se incorporará a la oferta del ministerio”, aseguró.
Los predios son propiedad del Estado y se encuentran en Paso de los Toros, Centenario, Carlos Reyles y Durazno y el diseño de los alojamientos cumple con la regulación de planificación territorial de esas localidades.
Los trabajos se realizarán conforme a las normas de calidad establecidas por las regulaciones del producto del ministerio y se encuentran validados por las intendencias de Durazno y Tacuarembó. Las empresas contratistas a cargo de la construcción de los barrios son mayoritariamente uruguayas. El Grupo de Planificación Regional está integrado por autoridades locales, referentes de la comunidad y miembros de UPM. Trabajará desde noviembre de 2017.
El manejo de estos temas requirió un enfoque integrador de todos los temas sociales y el mantenimiento de los canales de comunicación, claros y permanentes, así como el diálogo con los grupos de interés del proyecto y con un buen manejo de los impactos ambientales.
Las viviendas temporales albergarán a unos 4.500 y 5.000 trabajadores directos, podrán alcanzar un máximo del entorno de 5.500. La distribución será de 40 o 50 % en Paso de los Toros, 10 o 20 % en Centenario y 30 o 40% en Durazno. Todos los alojamientos dispondrán de servicios de agua potable, saneamiento, energía eléctrica y transporte desde y hacia el lugar de trabajo. Sistema de servicios auxiliares: incluye áreas de esparcimiento y recreación, conectividad y seguridad. Las casas temporales serán removidas finalizada la construcción de la planta.
Por otra parte las viviendas permanentes que UPM II construirá se transferirán al Estado una vez culminada la construcción. Serán 60 casas ubicadas en un barrio de Paso de los Toros, cada unidad de vivienda tendrá espacio para hasta 12 personas generando núcleos de convivencia reducidos impactando positivamente en la desconcentración geográfica y de vivienda y, al mismo tiempo, generando una adecuada integración en las comunidades.