Uruguay está ante el «hecho histórico» de la aprobación en el Parlamento, hace unos días, de la Ley Nacional del Deporte, que implica, entre otras cosas, mejorar la gestión, ordenar las competencias del Estado y apuntar a mejores resultados en todas las disciplinas.
Así lo cuenta a Efe el asesor jurídico de la Secretaría Nacional del Deporte (SND), Federico Perroni, quien destacó que la concreción de esta ley implicó «un trabajo de muchos años», en el que se analizaron experiencias anteriores que fracasaron en el país y hasta dónde podían llegar para que fuera aprobada.
«Lo primero que se hizo fue consagrar los derechos, los deberes de los ciudadanos en relación al deporte, los deberes del Estado y después aportar definiciones de un montón de temas que todos los actores del deporte manejamos pero que era importante definirlo», apunta Perroni.
En este sentido, el asesor jurídico explica que se definieron las diferentes ramas del deporte como el comunitario y el federado; el concepto de club, de federación y de confederación, como también cuestiones legales que «antes no estaban».
Esta nueva ley, aprobada por unanimidad en el Parlamento uruguayo días atrás, apunta a fijar las competencias y los cometidos de la SND y regular todo «lo que hoy se hace».
«Muchas veces nos encontramos con obstáculos formales por falta de ley expresa que habilite la competencia de la Secretaría», indica Perroni.
Al respecto, la nueva ley dispone una «policía administrativa» para controlar a los clubes, las federaciones y existe la posibilidad de intervención por parte de la Secretaría.
«Lo que hace esta ley es habilitar, transparentar y definir cuáles son los mecanismos para un mejor relacionamiento entre el deporte federado y las distintas federaciones con el órgano estatal que hace de financiamiento en parte de los proyectos del deporte», apunta el asesor.
Según Perroni, a partir de ahora los actores asumen derechos y obligaciones que tendrán como objetivo, indirectamente, la mejora de los logros deportivos mediante planes de trabajo.
Por su parte, el secretario nacional del Deporte, Fernando Cáceres, destaca a Efe como un logro que este año, el último de su gestión, se lleve a cabo esta ley en un país con «una riquísima historia de desarrollo deportivo».
«Es una ley aprobada por la unanimidad de los legisladores de ambas cámaras. Eso es un objetivo, un propósito buscado expresamente para que la primera ley del deporte gozara del más amplio apoyo político», añade Cáceres, presente en Madrid para unas jornadas organizadas por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y el Consejo Iberoamericano del Deporte (CID),
Además, enfatiza que esta nueva legislación se alinea con la carta internacional de la educación física y el deporte, declarando al deporte «como un derecho humano fundamental».
«Impulsa un modelo de vinculación entre el Estado y las entidades deportivas, un modelo de gobernanza, de búsqueda de acuerdos de valor estratégico con derechos y obligaciones de las partes, con evaluaciones continuas, de resultados de gestión y de resultados deportivos», subraya el secretario.
Para Cáceres, ahora podrá planificarse a mediano y largo plazo y el Estado pasará a ser un actor fundamental para definir políticas deportivas con interacción público-privada.
El secretario afirma que esto es el final «de un proceso de trabajo» en el que estuvo en sus dos gestiones (2005-2010 y 2015-2020) y concluye que este hecho está en «el top 5» de sus logros más importantes al frente de la Secretaría.