Justo Sánchez es uruguayo e hincha de Cerro «desde que tiene uso de razón» y los colores de ese equipo son para él «los más grandes que existieron»; sin embargo, la pérdida de su hijo en un trágico accidente hizo que se transformara en hincha de Rampla Juniors, su clásico rival.
Nicolás Sánchez falleció en marzo de 2016 cuando retornaba de ver un encuentro de su equipo y, desde ese momento, su padre comenzó a escribir una historia que fue elegida por la FIFA para competir en el premio al mejor hincha del mundo en 2019, galardón que se entregará el 23 de septiembre.
En una época donde muchas veces el fanatismo divide a las personas, el hombre de 70 años es un ejemplo de que eso puede ser diferente.
El 29 de diciembre de 1986, Justo y su esposa fueron padres de Nicolás, quien dos días más tarde fue registrado como socio del Cerro por parte de su padre.
La lluvia que caía el último día del año sobre Montevideo no impidió que Justo llegara hasta la sede de su club, aunque debiera hacerlo con los zapatos bajo el brazo.
Cuando Nicolás creció, su padre lo llevaba al estadio de Cerro, el Monumental Luis Tróccoli, para ver los partidos juntos.
Sin embargo, el joven decidió que quería ser hincha del otro equipo del modesto barrio montevideano, Rampla Juniors, al que acompañaba a todos lados.
Según cuenta Justo, «en parte» le dio «rabia» que eso sucediera, pero enseguida entendió que así «es la vida» y «no le podía decir nada».
En marzo de 2016, cuando Nicolás tenía 30 años, sus padres estaban en su casa sentados y una llamada telefónica les cambió la vida.
Su hijo, que había ido al departamento de Maldonado a ver el encuentro en el que el ‘picapiedra’ venció al Atenas de San Carlos, tuvo un accidente automovilístico en el que perdió la vida.
«Cuando me dijeron que había fallecido, en el cuarto de él había una bandera en toda la pared, la arranqué y quería prender fuego todo hasta que reaccioné y dije: ‘Rampla no tiene la culpa de esto'», señala Justo en un vídeo promocionado por la Secretaría Nacional del Deporte (SND) de Uruguay.
Allí también explica que, ante la falta de su hijo, él creyó que haciéndose socio e hincha del club rojiverde «lo iba a estar representando».
Por ello, comenzó a ir a los partidos del ‘picapiedra’, empezando por uno que jugó como local y en el que antes de comenzar pidió a los jugadores que ganaran por la memoria de Nicolás, algo que finalmente sucedió.
«Fue como cuando fui por primera vez a ver a Cerro, quería que ganara de cualquier manera», remarca Justo, quien en el estadio Olímpico va a la tribuna a la que acudía su hijo y en la que fueron esparcidas sus cenizas.
Allí, y antes de comenzar cada encuentro, el padre cuelga una bandera que le obsequiaron con la leyenda «Nico siempre presente».
«Mientras yo viva, esta bandera va a estar en todas las canchas», asegura Justo.
Otros hinchas de Rampla que aparecen en el vídeo reafirman que eso es así y que ni la lluvia, ni el frío, ni una enfermedad pueden parar al hombre que el próximo lunes 23 podría quedarse con el premio Fifa al aficionado, en una gala que se celebrará en La Scala de Milán.
Hasta ese mismo día, los usuarios de fifa.com podrán elegir al ganador del reconocimiento.
Para votar hay que hacerlo desde el sitio oficial de la FIFA: https://es.fifa.com/the-best-fifa-football-awards/fan-award
Los seguidores de la selección holandesa en el último Mundial femenino y la brasileña Silvia Grecco, quien describe a su hijo ciego todos los partidos del Palmeiras, serán los rivales de Justo, el hombre cuya sangre será cerrense hasta que muera, aunque su corazón hoy día lata por Rampla Juniors.