El vicepresidente de la Red Española de Turismo Accesible (RETA), Diego González Velasco, señaló este jueves en Uruguay que los servicios turísticos que se brindan a personas con discapacidades sigue afectado «por el miedo a lo diferente».
Durante la III Cumbre Iberoamericana de Turismo Accesible, que comenzó este jueves en la Intendencia de Montevideo, el vicepresidente de la RETA consideró que, además de «capacitación y formación», las personas deberían trabajar «sobre todo la empatía».
«Siéntense en una silla de ruedas un rato; véndense los ojos, bajen el volumen de la tele y sientan cómo el mundo se queda en silencio», exhortó al público durante su presentación.
Rodríguez trabaja desde hace 33 años en el sector del turismo accesible y, por lo que él mismo llama una «ironía» de la vida, hace tres años, a causa de la esclerosis múltiple, debe trasladarse en silla de ruedas.
Para el vicepresidente de la RETA, en los destinos turísticos debe intentar hacerse «accesible lo que hay para todos» y manifestó su rechazo al ofrecimiento de «productos especiales» para la población que presenta algún tipo de discapacidad.
Los puntos que hay que desarrollar en este sector, según Rodríguez, son «accesibilidad plena a los entornos y al transporte», facilitar la información sobre los destinos y servicios a los posibles turistas, y capacitación al personal.
Para ejemplificar la magnitud económica del tema mencionó que en Europa son 135 millones los potenciales viajeros relacionados al turismo accesible (si se tiene en cuenta que van acompañadas de entre 1,5 y 3 acompañantes) y en Estados Unidos son 235 millones, lo que significan 10.000 millones de dólares anuales.
Actualmente son mil millones las personas con alguna discapacidad en el mundo, informó el secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el georgiano Zurab Pololikashvili, en un vídeo dirigido a los presentes con motivo de la cumbre.
«Muchas veces se plantea la discapacidad para ver cómo la atendemos socialmente y no para ver cómo disfrutan del ocio, que es un tremendo derecho y creo que tenemos la obligación de diseñar políticas públicas para defenderlo fuertemente», dijo la ministra de Turismo de Uruguay, Liliam Kechichián, durante su ponencia.
La titular de la cartera reconoció que su país aún está «lejos de ser un destino totalmente accesible», aunque señaló que, gracias al «trabajo conjunto» entre el sector público y privado «se han dado pasos».
Además, informó de que la Intendencia de Montevideo inaugurará, en el marco de esta cumbre, rampas y caminos para que las personas con problemas de movilidad accedan a las playas de este departamento, que calificó como el que «ha dado más pasos» para lograr la accesibilidad en todo Uruguay.
La III Cumbre Iberoamericana de Turismo Accesible se celebra hasta el viernes en Montevideo con la participación de 30 conferenciantes de 12 países. (EFE)
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