Federico Schiber es el único prófugo de la denominada banda de los rompehuesos en la Argentina, que se dedicaba a fracturar las piernas de mujeres en situación de extrema pobreza para cobrar millonarias indemnizaciones a compañías de seguros por accidentes de tránsito que nunca ocurrieron, informó La Nación
Actualmente, el fugitivo argentino está oculto en una ciudad cerca de Tel Aviv. Se cambió el nombre. Utiliza la identidad de su abuela materna y el Ministerio del Interior de Israel comenzó a investigar si hubo irregularidades en el otorgamiento de la ciudadanía de ese país.
La sospecha de las autoridades de Israel se fundó en que la mayoría de los interesados que piden la ciudadanía por la ley de retorno presentan sus solicitudes antes de salir de sus lugares de origen, nunca cuando llegan a ese país.
En mayo de este año, Hugo Schiber, el padre de Federico y titular del estudio que representaba a las víctimas de los hechos fraguados, fue condenado a 18 años de prisión por comandar la organización criminal. Además, el tribunal integrado por los jueces María Coelho, María Elena Márquez y Alberto Gaig condenó a 15 años de prisión a Daniel Ceferino Herrera, acusado por ser uno de los que rompieron las piernas de por lo menos ocho mujeres para simular que habían sido arrolladas por automóviles. Después de las fracturas, les retenía los documentos de identidad y las obligaba a firmar poderes en favor de Schiber, quien iniciaba las demandas contra las aseguradoras.
Pero el menor de los Schiber huyó antes de que el Tribunal Oral N° 7 de San Isidro terminara con el juicio oral. Durante las sucesivas audiencias, al menos nueve víctimas señalaron a Federico como el nexo entre su padre y el resto de los integrantes de la banda que les rompían las piernas a las mujeres.
Una fuga por Carmelo
A partir de la reconstrucción realizada por los investigadores judiciales, se determinó que el 24 de noviembre pasado, Federico Schiber dejó su casa de Morón, tomó una lancha colectiva a Carmelo, luego se dirigió a Montevideo donde compró, en efectivo, un pasaje de la compañía Air Europa hacia Barcelona, con escala en Río de Janeiro.
Al seguir la pista del fugitivo, los investigadores determinaron que Schiber había viajado a Israel. Ingresó en ese país por el aeropuerto internacional Ben-Gurion. Allí, la policía perdió el rastro del integrante de la banda de los rompehuesos.
Actualmente, Schiber tiene pedido de captura internacional solicitada por el Tribunal Oral N° 7 de San Isidro. La orden de detención figura entre las denominadas circulares rojas de Interpol.
Desde la clandestinidad, Schiber dijo que era inocente y sostuvo que las mujeres que lo señalaron como el abogado que les hacía firmar los poderes para que se iniciaran las demandas contra las compañías de seguros por los falsos accidentes, mintieron. En realidad, todas las víctimas señalaron a Federico Schiber como abogado, pero no tenía título.
El caso que terminó con la condena contra la banda de los rompehuesos comenzó con una investigación de la fiscal María Virginia Toso. Después de la sentencia, la representante del Ministerio Público fue amenazada por un familiar de los Schiber.
Para eludir la condena, Federico tuvo que huir a Israel. De nada le sirvió cambiar su apellido por el de su abuela materna. Allí lo encontró Interpol y un periodista, señala el informe de Gustavo Carbajal en La Nación.