El candidato opositor peronista y favorito a hacerse con la Presidencia argentina, Alberto Fernández, aseguró este jueves que una manera de enfrentarse al pago de la millonaria deuda contraída por el país es tomar el ejemplo de Uruguay en 2003.
«Por las condiciones internacionales, no va a ser tan difícil hacer algo parecido a lo que hizo Uruguay ahí. Yo lo he hablado con muchos fondos de inversión y ellos están conscientes de que ese puede ser un camino de salida», indicó Fernández en un foro económico y empresarial en Córdoba, organizado por la asociación Fundación Mediterránea.
Fernández aseveró que se trata de un camino que llevaría a Argentina a «ganar tiempo» en el pago de la deuda, que solo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es de 56.300 millones de dólares a causa del crédito que el Gobierno de Mauricio Macri firmó en 2018.
«No hace falta hacer quitas», sostuvo el candidato, que sacó 16 puntos de ventaja en las elecciones primarias de agosto a Macri y que se hará con la Casa Rosada si repite ese resultado en las presidenciales del 27 de octubre.
En 2003, el Gobierno uruguayo, con una deuda del 100 % del Producto Bruto Interno, alargó los plazos de pago de su deuda para poder pagarla, en una negociación en contra de la voluntad del FMI, algo que a la postre le permitió al país mejorar económicamente.
Para el líder de la candidatura del Frente de Todos, cuya candidata a vicepresidenta es Cristina Fernández (2007-2015), los intereses de la deuda, que actualmente suben «exponencialmente» en 2023 y 2024, deben subir de «un modo más amesetado».
«Y que nos permita a nosotros crecer», indicó Fernández, que subrayó que «nunca» planteó no pagar la deuda al FMI.
«Con una negociación seria y sensata con los acreedores, siento que vamos a poder ganar tiempo para crecer, y aquí viene la gran disyuntiva de cómo crecemos», insistió, al tiempo que consideró que el Gobierno actual ha perdido la credibilidad para hacerlo.
El peronista recalcó que, para crecer, será necesario «recomponer el salario real» en trabajadores y jubilados porque «de otro modo va a ser muy difícil», y explicó que el país austral debe «exportar» para conseguir divisas.
Asimismo, Fernández puntualizó que en esta ocasión el planteamiento de la negociación es diferente a la anterior vez que se pagó una gran deuda al FMI, acumulada desde los tiempos de la última dictadura militar (1976-1983) hasta después de la crisis de 2001.
«Hoy no podemos decirles que esta deuda la tomó una dictadura, la tomó un Gobierno democrático que hizo lo que hizo en el tiempo que lo hizo», expresó.