Por José Luis Pittamiglio – Edil Departamental Partido Socialista (FA)
Desde la mañana del viernes no se habla de otra cosa en los medios, en las redes, en las conversaciones callejeras: el Intendente Moreira pidió sexo a cambio de una pasantía y los audios se difundieron infinitamente. No me interesa la vida sexual del intendente, no quiero ni pretendo entrar en esos detalles. Pero sí quiero ir al fondo del asunto, a otros aspectos que me parecen mucho más importantes. Porque no quisiera que nos quedáramos en la anécdota de la propuesta sexual y en los chistes fáciles, sin hablar de lo que hay que hablar.
Moreira ya fue intendente durante 10 años en la segunda mitad de los 90 y luego vinieron otros 10 años de Zimmer. Ahora estamos completando otros 5 de Moreira (que obviamente serán los últimos); es decir que en los últimos 25 años la dupla Zimmer-Moreira ha estado a la cabeza de la Intendencia de Colonia. A lo largo de los 25 años desde el Frente Amplio hemos denunciado que las pasantías y las becas se canjean por favores. Es cierto que es la primera vez que el tema sexual aparece explícitamente sobre el tapete: pero cambiar becas por votos, pasantías para los que atienden el comité, cargos para los que reparten listas, eso no es nuevo. Eso es lo que ha hecho el Partido Nacional en Colonia durante 25 años de manera ininterrumpida. Con Moreira y con Zimmer. Y miren ustedes qué casualidad: en ambas administraciones, quien estuvo detrás del tema de las becas y las pasantías es la misma persona: Ricardo Planchón.
Recuerdo hace unos pocos años, durante la segunda administración Zimmer, se hicieron elecciones de jóvenes dentro del Partido Nacional. Unos días antes, todos los jóvenes que tenían becas de la Intendencia, recibieron un mensaje de texto que decía algo así: “La Intendencia te ayudó con una beca de transporte. Ahora nosotros necesitamos que nos ayudes, votando en las elecciones internas de los jóvenes blancos”. Seguidamente les decían qué lista votar; adivinen qué lista era. Los nombres de los jóvenes que recibían becas fueron sacados de la oficina de Planchón y eso tiene un solo nombre: corrupción.
Se deberían entregar becas o pasantías a los jóvenes que cumplen determinados requisitos. Según se desprende de la conversación que se viralizó el viernes, los blancos entregan becas y pasantías según quién las pida y según qué se ofrezca a cambio. Es famoso el caso de aquel dirigente blanco de Rosario que pedía un diezmo a las personas que lograba hacer ingresar a la Intendencia. Y todo esto ocurrió dentro de los 25 años de manejos corruptos del Partido Nacional en Colonia.
El dinero de los contribuyentes de Colonia, hace 25 años que se viene utilizando para beneficiar a un grupo de personas, que a su vez benefician a sus amigos. Allí se mezclan los Planchón, los Zimmer, los Moreira y una larga serie de “apellidos ilustres”, que no han hecho otra cosa que alimentar la espiral de corrupción en la que se ha enroscado el Partido Nacional. En ese contexto, pedir sexo a cambio de una pasantía es una frutilla sobre una torta de desprecio hacia las mujeres, desprecio hacia el trabajo de los jóvenes, desprecio hacia quienes les pagamos el sueldo.
Estos tipos, no nos pueden gobernar.
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