Con un «cacerolazo», entre cánticos y alzando pancartas con mensajes antifascistas, un grupo de chilenos residentes en Uruguay se manifestó en las inmediaciones de la embajada de Chile en Montevideo para expresar su apoyo a las protestas contra el Gobierno de Sebastián Piñera.
En el marco de la manifestación, que tuvo lugar junto al vallado instalado por la Policía uruguaya en la calle de la embajada, un grupo de chilenos residentes en Uruguay leyó una proclama en la que los activistas repudiaron la presencia militar en las calles de Chile.
«Usar a las fuerzas policiales y del Ejército en contra de sus propios compatriotas en lugar de establecer un diálogo que escuche la demanda popular nos parece una medida propia de gobiernos dictatoriales a los cuales el presidente (Sebastián) Piñera ha sido enfático en apuntar con el dedo», manifestó una portavoz.
Además, en el documento, los manifestantes exigieron la liberación de todos los detenidos durante las protestas que se registraron los últimos días en su país como respuesta a «una situación de injusticias e ineficiencias por parte del Gobierno» y agradecieron el apoyo de los uruguayos que se unieron a la protesta.
«Chile ha despertado y nosotras, nosotros desde el Uruguay no quedamos indiferentes y les enviamos nuestro apoyo y fuerza a todo el movimiento en los días venideros. No a la militarización en Chile y América», concluyó la lectura.
Por su parte, con la bandera nacional atada a su espalda, el chileno residente en Uruguay Pablo Salinas dijo a Efe que la manifestación en Montevideo, convocada por redes sociales, responde al estado «de carácter crítico, grave y social» en que se encuentra Chile.
Cuestionado sobre los dichos de Piñera, que afirmó que el país está «en guerra contra un enemigo poderoso e implacable», el inmigrante, de 35 años, sostuvo que no está de acuerdo con «que se genere un ambiente de guerra donde no lo hay».
«Se ha generado una serie de mecanismos para poder llevar militares a la calle, generar represión y esto también ha generado un sistema de caos», afirmó Salinas.
De todas formas, aunque reconoció que es importante que el pueblo proteste para ser escuchado, el chileno matizó que no le gustaría que la situación, que escaló con disturbios e incendios y ha dejado 10 muertos en la capital chilena, se prolongue más.
«Es una situación que como estoy acá tampoco la he vivido; entonces soy bastante drástico al decir que no me gustaría que esta situación se prolongue. Al contrario, esperemos que el Gobierno recapacite en su postura hacia lo que está sucediendo, busque soluciones y saque a los militares de la calle», enfatizó.
Grupos violentos han radicalizado una protesta social que tuvo el alza del precio del metro de Santiago de Chile como detonante y que derivó en violentas manifestaciones en diversas ciudades del país, con barricadas, incendios y saqueos. (EFE)
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