Vecinos del Curupí iniciaron en el mes de enero de este año los trámites para contar con el vital servicio: la energía eléctrica, pero esta no llega.
Sin bien UTE menciona que su objetivo institucional «es llevar a todos los hogares del país el servicio de energía eléctrica con iguales condiciones de calidad y seguridad,» en el Curupí se olvidaron.
Uruguay es uno de los países más electrificados de América Latina con una tasa de electrificación del 99,7% y UTE se propone seguir avanzando en los niveles de cobertura eléctrica del territorio nacional, mencionan en la página web del ente. Pero en la casa que visitamos este lunes a la noche ese objetivo está lejos de cumplirse.
Son las 22:15 de una noche de octubre y tenemos pautada una entrevista para conocer cómo vive esta familia por esas horas. El lugar es muy oscuro. Se nos hace difícil ubicar la finca. Nos hablamos por celular y vemos una pequeña señal de luz que se mueve en la noche.
Al ingresar al predio una luz con energía solar ilumina un pequeño espacio de tierra. Adentro la oscuridad es la dueña del lugar. «Estamos ya un poco acostumbrados de vivir así, pero tenemos mucha impotencia cuando vemos a las autoridades de UTE señalar que somos el país con mejor electricidad… por favor… por eso queremos que venga la prensa y vea quien dice la verdad «, comenta el vecino visiblemente enojado y con lágrimas en los ojos.
La familia utiliza como heladera una conservadora y con una batería vieja conectan una lámpara de 12v dando luz en el living o la direccionan a la cocina cuando van a cenar.
El más chico de la familia con cuatro años de edad tiene en su habitación una linterna toda la noche encendida.
«Cargamos con una bomba el tanque de agua y mientras tanto aprovechamos esa energía para también cargar los celulares, para no quedarnos incomunicados«, dice el vecino.
UTE viene prometiendo la instalación desde hace más de diez meses. Incluso llegaron a cobrarle una parte, que luego dejaron sin efecto, reconociendo la demora. Un trámite legal de UTE imposibilita que esta y al menos dos familias más puedan acceder a la energía eléctrica.
Cuando nos despedimos la oscuridad es profunda, el cielo se presenta como un espectáculo infinito y parece que estamos en el Uruguay profundo, pero no, estamos a minutos de Carmelo. En pleno siglo XXI.
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