Rodeados de universitarios, el expresidente uruguayo José Mujica y el recién electo mandatario argentino Alberto Fernández dieron este viernes en una universidad bonaerense una particular y concurrida clase sobre el sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad y los efectos del capitalismo.
Entre los ensordecedores «olé, Pepé, Olé» y «presidente, Alberto Presidente» que de vez en cuando les llegaban desde el público, el exguerrillero, de 84 años, y el abogado, de 60, disertaron, al más puro estilo ‘coach’, sobre la importancia de anteponer las relaciones humanas a lo material en la era consumista.
«A mí me hicieron pinta del presidente pobre… Pobre es el que precisa mucho, pobre es el que está esclavizado y cada fin de mes, tenga lo que tenga, nunca le alcanza, vive persiguiendo y nunca le alcanza», expresó Mujica, senador electo en las elecciones del pasado domingo en su país.
Si bien en un principio era el veterano político quien estaba llamado a dar una conferencia en la Universidad Nacional Tres de Febrero, en el municipio bonaerense de Caseros, en el último momento y por sorpresa para el público apareció también Fernández, que el próximo 10 de diciembre asumirá como jefe de Estado.
«Tiene razón Pepe. Lo importante es cómo nos recuerda la gente. El éxito no es juntar dinero, el éxito es ser querido por los otros, que nos vayamos del mundo y alguien diga: ‘fue un tipo que dio algo a los otros’. Eso nos hace ricos, el respeto del otro», añadió el presidente electo, que ganó los comicios el pasado domingo.
La charla, que fue presentada por el vicerrector Martín Kaufmann, cobró especial simbolismo por la fuerte convulsión que viven países como Chile, por las protestas callejeras, reprimidas por la policía, en las que desde hace dos semanas se clama contra la desigualdad social y que han dejado una veintena de muertos.
«Todos los economistas se horrorizan si el PIB (producto interior bruto) no crece, y las sociedades se miden en macronúmeros. En Chile las cifras son bárbaras pero la gente tiene una bronca…», consideró El Pepe, que por su condición de guerrillero estuvo en prisión más de una década, durante la última dictadura uruguaya (1973-1985).
Para Mujica (presidente entre 2010 y 2015), poner freno a esta «civilización consumista y aprender a dominarse» significa una valoración de la vida.
«El consumismo nos afana la libertad. Nos quita tiempo de nuestra vida para gastarlo en los afectos», remarcó.
Fernández definió a Mujica -con quien ya participó en otro acto ante estudiantes el pasado 11 de octubre- como un «faro» para él, el «último de los hippies».
«En su juventud luchó como pocos, sobrevivió gracias a que el destino lo dejó en manos de un compañero que quería que sobreviva. En toda su vida tuvo una sola conducta y una sola lógica», sentenció, convencido de que la juventud de hoy es más consumista que revolucionaria.
El líder peronista, que sucederá en poco más de un mes al conservador Mauricio Macri, a quien ganó en los comicios, reconoció que hay un modelo económico que ha triunfado en el mundo, que es el capitalismo, y necesita de un sujeto que es el consumidor.
«El problema es que el capitalismo (…) no es solamente un sistema por el cual se satisfacen necesidades del que consume, sino que se genera necesidad de consumo allí donde no existe», alertó.
Fernández puso como ejemplos enfermedades como la anorexia y la bulimia o el efecto que en el siglo XX tuvieron los dibujos de Walt Disney -a quien definió como un moralista que hacía que triunfara lo bueno sobre lo malo- y de Warner -en los que «siempre hay una disputa entre un tonto y un vivo, donde siempre gana un vivo»-.
«¿Alguien ha visto mayor estafador que Bugs Bunny?», se preguntó, y una persona del público gritó «Macri». «Lo habrá mirado de chico mucho en todo caso», espetó Fernández.
«El exitoso es la persona socialmente respetada. El que nunca tuvo un doblez en su conducta. El que apostó a vivir dignamente. Salir del individualismo y volver a lo que (Raúl) Alfonsín (presidente argentino entre 1983 y 1989) llamaba la ética de la solidaridad», enfatizó.
En su despedida, Mujica invitó a los universitarios a entrar «a la fiesta de la vida y luchar por un mundo mejor».
«Yo sé que la civilización humana es un cementerio de utopía, pero si nos quitamos del horizonte el sueño de un mundo mejor no tenemos rumbo, y los seres humanos necesitamos creer en algo», subrayó.
«Es posible hacer una Argentina mejor, una América Latina mejor, es posible tener un mundo un poco mejor pero no solo es posible, es imprescindible, es necesario», afirmó.
En un signo de complicidad hacia Fernández, Pepe dijo que es un «honor» tener un amigo que consiguió una «changuita» (trabajo) de presidente.
«Un amigo necesario, imprescindible, de esta batalla por ser una América que es nuestra nación y algún día un sueño federal», anheló.
Rodrigo García (EFE)