Líderes latinoamericanos progresistas como los expresidentes Dilma Rousseff (Brasil), José Mujica (Uruguay), Fernando Lugo (Paraguay) y Ernesto Samper (Colombia) participarán este fin de semana en Buenos Aires de la segunda reunión del Grupo de Puebla, cuyo discurso inaugural correrá a cargo del presidente electo argentino, Alberto Fernández.
Con el lema «El cambio es el progresismo», un hotel del centro de la capital argentina acogerá durante el sábado y el domingo un encuentro que llega precedido del realizado en julio pasado en la ciudad mexicana de Puebla, en el que quedó constituido el grupo como «espacio de reflexión y de intercambio político en Latinoamérica».
«Un espacio que, respetando las preferencias partidarias de cada participante, tiene como objetivo analizar los desafíos comunes y de trazar iniciativas conjuntas, en pos del desarrollo integral de nuestros pueblos», rezaba la declaración fundacional, en la que se hacía referencia a la «nueva ola de gobiernos neoliberales» que insisten en la región en «promover los intereses y privilegios de una élite socioeconómica».
CHILE, BOLIVIA Y LA POSIBLE LIBERTAD DE LULA
La reunión en Argentina cobra especial interés por el momento de convulsión que viven países como Chile, que desde octubre vive trágicas revueltas en las calles en reclamo de mayor igualdad social, y Bolivia, donde no cesan los incidentes tras las denuncias de fraude en las elecciones en las que fue reelegido Evo Morales.
Pero también por la posible inminente puesta en libertad del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), después de que este jueves el Tribunal Supremo de Brasil determinara que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos, como es su caso -cumple condena desde hace 1 año y 7 meses por corrupción y blanqueo de capitales-, es inconstitucional.
Los principales referentes progresistas de la región reivindican la figura de Lula, a quien consideran injustamente preso.
La segunda reunión del Grupo de Puebla será inaugurada en la mañana del sábado por el peronista Alberto Fernández, quien con la exmandataria argentina y ya vicepresidenta electa Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) venció las elecciones del pasado 27 de octubre y asumirá el poder el 10 de diciembre, en sustitución del conservador Mauricio Macri.
Entre los confirmados a la cita argentina están, además de Rousseff, Samper, Mujica y Lugo, el excanciller de Brasil Celso Amorim; el de Ecuador Guillaume Long; el excandidato presidencial de Chile Marco Enríquez-Ominami y su padre, el exministro de Economía y ex Senador Carlos Ominami; así como también el también senador chileno y exsecretario General de la Organización de Estados Americanos José Miguel Insulza.
La agenda, que comenzará este viernes con la llegada de los invitados y la celebración de una cena privada, prevé diversas sesiones de trabajo reservadas y ya el domingo, tras el cierre del encuentro, una conferencia de prensa para la lectura del documento final.
LA VISIÓN DEL ANFITRIÓN
Fernández, que retornó este jueves de México, primer país que visita tras su victoria y donde mantuvo un encuentro con su presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo en una rueda de prensa celebrada el lunes que el Grupo de Puebla es «la búsqueda de integrar canales de comunicación y trabajo entre dirigentes de toda América Latina con una mirada progresista y en respeto a la institucionalidad y la democracia».
«Nosotros no estamos promoviendo un polo progresista ‘en contra de’, estamos simplemente promoviendo políticas que presten atención a los que han quedado desamparados por las políticas del presente», remarcó.
El mandatario electo argentino aseguró que es necesario «reflexionar» sobre lo que a su juicio le ha pasado a América Latina tras la «postergación de grandes sectores» de la sociedad.
«Está visto lo que pasa cuando uno se olvida de esos sectores, nadie quiere que América Latina tenga experiencias como las que hoy vive Chile. Tenemos que ayudarlo a recuperar la paz rápidamente y a que haya un proceso de mayor integración de acuerdo a la demanda del pueblo chileno», enfatizó.
Con el triunfo en los últimos años de Macri en Argentina, el ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil y la vuelta al poder del conservador Sebastián Piñera en Chile, Latinoamérica, según dijo Fernández, «tuvo la percepción de que había un ciclo de progresismo que había terminado».
«Honestamente en esos años siempre planteé que eso no era así (…) que en algún momento se iba a demostrar la insuficiencia de esas políticas. Y eso fue poco a poco ocurriendo», confesó. (EFE)