La de expresidenta Argentina Cristina Fernández (2007-2015), que el próximo 10 de diciembre tomará posesión como vicepresidenta, aseveró este domingo que el juicio en el que tiene que declarar el lunes, acusada de corrupción, ha estado plagado de «mentiras, difamaciones y descalificaciones» contra ella.
«En la Argentina, como en el resto de América Latina, la articulación de los medios de comunicación hegemónicos y el aparato judicial con el objetivo de demonizar y destruir a los líderes de los gobiernos populares y democráticos, se ha transformado en un plan sistemático», escribió Fernández en Twitter.
En la vista oral, la primera que enfrenta la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y que comenzó el 21 de mayo pasado, se investiga presuntas irregularidades en la adjudicación de obra pública, en la provincia de Santa Cruz, donde nació Kirchner y desarrolló gran parte de su carrera política, a favor de empresas de Lázaro Báez.
La compañera política del presidente electo, Alberto Fernández -que también tomará posesión el 10 de diciembre-, que ya acudió a algunas de las audiencias del juicio en las que se leyeron las acusaciones, deberá declarar en los tribunales federales de Buenos Aires.
Para Cristina Fernández, se trata de una audiencia oral del «caso paradigmático de Lawfare» -persecución judicial o judicialización de la política- en Argentina.
«En donde las mentiras, difamaciones y descalificaciones sobre mi persona fueron planificadamente publicadas y televisadas en vivo y en directo», reprochó en la red social, apenas dos días después de que los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 (TOF 2), denegaran la solicitud de su defensa de que su declaración sea difundida en directo.
Según se esgrimió, las partes del juicio que podían ser difundidas por los medios en directo -la jornada inicial, la discusión final y la lectura de la sentencia- ya habían sido definidas.
La vicepresidenta electa criticó que sin embargo sí se emitiera en directo la lectura del escrito del fiscal, «plagado de descalificaciones impropias para esta clase de presentaciones», ya que fue autorizada por el TOF 2.
«El mismo que ahora deniega la transmisión en vivo de mi declaración como acusada, que no es otra cosa que mi principal acto de defensa, cuando impulsó y votó la transmisión en vivo de otros juicios orales», consideró.
Según la acusación, en los 12 años de mandatos de Kirchner y de su esposa, se adjudicaron a Báez más de 50 obras, el 80 % del total, muchas de las cuales quedaron inacabadas, tuvieron sobreprecios o eran innecesarias.
A su vez, en otras causas ya se investiga el posible retorno de esos supuestos millonarios sobreprecios al matrimonio presidencial a través del alquiler de propiedades inmobiliarias de los Kirchner al propio Báez, quien ya está en prisión por otras causas desde 2016.
En los seis meses que lleva el juicio en marcha, Fernández se ha ausentado de varias sesiones con permiso del tribunal, principalmente alegando que le coincidían con sus labores como senadora.
También en los últimos meses la exmandataria ha alternado sus actividades de campaña para las elecciones del 27 de octubre pasado, en las que venció junto a Alberto Fernández, con los viajes a Cuba para ver a su hija Florencia, quien recibe allí un tratamiento médico.
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