Por Elio García
La Rendición de Cuentas del Municipio de Carmelo junio 2019/ noviembre 2019 dejó en claro la unicidad política que blinda a concejales y alcalde en una sola cosa y confirma una constante: la ausencia de oposición.
Si uno hubiese invitado a un observador internacional a la rendición de este mediodía, y le preguntase cuales eran los concejales que representaban a unos ciudadanos que desde las barras interrogaron sobre diversas temáticas, le hubiese sido casi imposible darse cuenta.
Es que tanto los concejales frenteamplistas Mauro Krismanich y Otto Fielitz permanecían callados, ante un aluvión de preguntas de militantes de su propia fuerza política que hicieron preguntas tan diversas como carteras de tierras, inundaciones en barrios, colaboraciones institucionales.
Al no existir oposición, los debates se dan al interactuar los concejales con los ciudadanos en las barras cuando estos pueden hablar. Lo que fue una constante de esta administración que culminará el próximo año.
Quien llegó incluso hasta autoproclamarse y pedir que constara en actas su impronta de opositor fue el concejal Alejandro Brusco (Partido Nacional), quien durante un tiempo realizó diversos pedidos de informes, pero su presencia se diluyó ,cuando decidió tomar otro camino político y poner definitivamente a su suplente Cata Lastreto, quien no aparece en el libro de presentación.
En esta ocasión el debate tuvo casi los mismos actores del Frente Amplio local que participaron cuestionando el Ordenamiento Territorial. En esta oportunidad avanzaron también con el mismo talante buscando poner en contradicción diversas políticas municipales, mencionando incluso temas extra municipales.
Todo ante el silencio absoluto de los concejales frenteamplistas quienes fueron testigos pasivos de algunos cuestionamientos que se escucharon.
El verano pondrá hielo a la campaña municipal pero todo parece que será difícil buscar la personalidad opositora a quienes entre otros roles tienen el de controlar. Fue curioso sentir la unanimidad de algunas acciones administrativas que por lo menos ameritan dudas. Por ejemplo la decisión de no brindar información sobre las personas que reciben donaciones. Elemento que genera duda en la transparencia de la información y en la metodología y criterios que emplea el Municipio para ayudar a vecinos. A esas dudas se nos respondió que los concejales son la garantía.
El escenario a la interna frenteamplista es claro, hay dos modelos en acción que parecen no congeniar, uno de acuerdo a fuentes políticas es el de «opositores positivos» y el otro el de «desencantados», estos últimos con un protagonismo cada vez mayor le van dando personalidad al talante opositor ausente en sus representantes.
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