Finalmente la policía local dio con una de las personas que robaba baterías, pero también con quien las compraba y vendía en nuestro medio.
El vocero de Policía José Andino informó que ya cuatro baterías fueron reconocidas por sus propietarios.
El individuo que realizó los robos ya se encuentra en la cárcel, pero hasta esta mañana la policía desconocía las actuaciones realizadas por Fiscalía con la persona que las vendía.
Este último se dedica al ramo comercial, «se trata de un comerciante que compra y vende bronce, chatarra, vende también gas,» señaló el vocero. La policía investiga al mismo también, en el tema del robo de garrafas, ya que existe un mercado paralelo donde se colocan esas unidades robadas. Hasta el momento solo pudo comprobarse el delito en las baterías, pero no se descartan nuevas investigaciones y ampliaciones de las mismas.
Posible delito de receptación
En el caso del comerciante podría configurar el delito de receptación: El que, después de haberse cometido un delito, sin concierto previo a su ejecución, con los autores, coautores o cómplices, con provecho para sí o para un tercero, adquiera, reciba u oculte dinero o efectos provenientes de un delito, o de cualquier manera interviniere en su adquisición, recepción u ocultamiento, será castigado con pena de seis meses de prisión a diez años de penitenciaría.
Se consideran agravantes del delito:
A) Que los efectos se reciban para su venta.
B) Que el agente hiciere de esta actividad su vida usual.
C) Si la receptación tuviere por objeto un bien destinado a un
servicio público o de utilidad pública.(*)