Por Maximiliano García /
Un compañero escritor definió a Carmelo como una ciudad menemista… creo que no se equivocó. Parecemos seguir en el neoliberalismo furtivo.
Despilfarramos el tiempo, nos vanagloriamos que “Carmelo no duerme”, de ser algo así como la ciudad del pecado, de tener uno de los mayores consumos de drogas y alcohol del país. También estamos entre las tres ciudades de mayor promedio de suicidios.
Los accidentes de tránsito con causas fatales nos son tan comunes que parecen ser cosa trivial. Las calles son un arado o sacadas de un bombardeo con el tránsito más caótico del país sin saber para donde doblar, con uno de los caudales automotor per cápita mayor del Uruguay.
¿Qué top que somos no? Así y todo se construye, se vienen grandes hoteles, emprendimientos turísticos, nuevos balnearios privados, una gama de naturaleza que ya no veremos sobre la entrada de nuestro arroyo y una Punta Piedra donde será difícil pescar.
En el 2014 le decimos adiós a la gloria de Montes del Plata y empieza el Carmelo del mega turismo. Con una ciudad en caos llena de ruidos molestos. Con muchas bicicletas, con canteras de agua cristalina mineralizada llenas que no sabemos cuidar… con nuestras bodegas y paseos de otro mundo, de otra imagen, de lo que sí vende y se recrea la gloria de este Carmelo.
Pero en la ciudad, el común ciudadano de la pequeña Babilonia como me gusta llamarle, no está conforme…pues no está cómodo. Se siente en las voces del pueblo, que es a quien deben escuchar quienes gobiernan, quienes tienen que hacer la autocrítica y, como he dicho a lo largo de tantos escritos, buscar los idóneos para cada lugar. Asumir errores es una virtud, una gracia y una madurez, así como escuchar y dejar hacer a quien es apto para tal y cual cosa. Ahora “Como te digo una cosa, te digo la otra”
Tenemos playas, arroyos, balnearios, rambla pero el domingo nos damos una vuelta para pasear en el Tata, tiramos la basura en cualquier lugar, en cualquier sitio baldío que no sea el mío, andamos contraflecha en bici y motos. Si hay una calle cortada pasamos igual, tiramos todo en el arroyo, los caballos andan de trasnoche por las calles sin casco, ni chalecos y todas las noches hay un lugar que romper. Así también cosechamos deportistas en mundiales, olimpiadas, selecciones uruguayas, y se los reconoce. También hay artistas de talla internacional y festivales de primera línea en la ciudad.
La verdad, este ser que escribe tiene la suerte de andar bastante por otros lugares y la gente, por donde quiera que vayas quieren venir a conocer Carmelo, pues por todo lo demás nombrado somos conocidos, también por la amabilidad del carmelitano, por sus bellas mujeres, por la caballerosidad y la heterogeneidad que despabila esta ciudad. Aparte de ser la única ciudad fundada por Artigas.
Pero eso comenzó a explotar en los noventa y hoy, si el Uruguay es vanguardia, puede que nosotros estemos dentro de la vanguardia del país. Por eso desde artistas, empresarios, obreros, deportistas, etc.
¿Qué quieren? Conocer Carmelo. Ahora tendríamos nosotros que esforzarnos para saber lo que en verdad queremos ser… pues sino cuando nos demos cuenta alguien nos hará hacer lo que quiera con esta ciudad, y allí ya no hay tu tía… seremos una ciudad menenista? Bah… sin embargo, el tipo éste, Piria, dice que hay un triángulo energético entre Piriápolis, Tacuarembo y Carmelo, y yo sigo creyendo que es unos de los mejores lugares del mundo… no dejemos de pensar en eso… tal vez podríamos estar mejor.
Maximiliano García, escritor uruguayo nacido en Carmelo
También conocido como Salvador Biko