La Justicia argentina anuló este lunes la orden de prisión preventiva contra la vicepresidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, por la llamada causa de los «cuadernos de la corrupción», por lo que, según aseguraron fuentes de la defensa de la exmandataria a Efe, ya no pesan sobre ella órdenes de detención.
Fernández sigue procesada por ser considerada presunta jefa de una asociación ilícita que operó entre 2003 y 2015, pero la orden de detención que se emitió en septiembre de 2018 y que nunca se hizo efectiva por haber sido senadora desde 2017 y tener fueros parlamentarios, fue revocada por la Sala 1 de la Cámara de Casación Penal Federal.
La causa lleva ese nombre porque con las anotaciones en cuadernos de un chófer del Ministerio de Planificación se desveló el epicentro de una supuesta trama de sobornos a cambio de contratos públicos que presuntamente comenzó con el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y continuó durante el de Fernández (2007-2015).
La puesta en vigencia a finales de 2019 del nuevo Código Procesal Penal aceleró la salida de las cárceles de los acusados sin condena, ya que solo debe ser aplicada frente al riesgo real de entorpecimiento de la investigación o el peligro de fuga.
MÚLTIPLES REVOCACIONES
El pasado octubre la Justicia decidió excarcelar a los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa, también vinculados a la causa de los cuadernos, así como al exsecretario de Obras Públicas durante los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), José López, pero en su caso no se hizo efectivo por haber sido condenado por enriquecimiento ilícito en otro caso.
La propia Cristina Fernández, que actualmente se encuentra en Cuba para ver a su hija Florencia -que recibe allí tratamiento de salud-, había recibido la revocación de otra orden de prisión preventiva hace dos meses, en el marco de la causa que investiga la firma en 2013 de un memorando de entendimiento entre la nación e Irán.
El juez que dictó la orden de detención de la exmandataria en ese caso, así como la de la causa de los cuadernos y otras derivadas de esa causa madre, y que pedía su desafuero, Claudio Bonadio, falleció la semana pasada.
En declaraciones a Efe, Gregorio Dalbón, uno de los abogados de la vicepresidenta argentina, afirmó que todas las órdenes de detención fueron «armadas» por Bonadio y luego revocadas por sus superiores.
LOS CUADERNOS DE LA CORRUPCIÓN
La causa de los cuadernos, que tiene diversas ramificaciones, se originó cuando llegaron a manos del periodista de La Nación Diego Cabot los cuadernos, fotografías y filmaciones efectuadas por Oscar Centeno, chófer del entonces ministro del área de obras públicas, Julio de Vido, y el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión de esa misma cartera, Roberto Baratta .
Un material en el que el conductor, que fue el primer arrestado el 31 de julio, plasmaba con detalle cómo durante una década trasladó supuestamente por todo Buenos Aires bolsas rebosantes de billetes de parte de empresarios a miembros del Ejecutivo.
El pasado 2 de diciembre, cuando solo quedaba una semana para asumir como vicepresidenta -tras ganar las elecciones del 27 de octubre con Alberto Fernández a la cabeza-, la líder del peronismo kirchnerista debió declarar por primera vez en un juicio y se mostró muy crítica con su situación.
«Seguramente este tribunal, que es un tribunal del ‘lawfare’ (judicialización de la política), tiene la condena escrita. No me interesa. He elegido la historia antes de que ellos me declaren absuelta. A mí me absolvió la historia y me va a absolver la historia y a ustedes seguramente les va a condenar la historia», concluyó la exmandataria, que acto seguido se levantó sin aceptar responder preguntas de los jueces. (EFE)