Uruguay virará políticamente este 1 de marzo y vivirá un histórico retorno, tras 15 años de gobiernos de izquierda, a la centroderecha de la mano de una coalición de cinco partidos liderada por Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN).
El Frente Amplio (FA), coalición de izquierdas que abarca desde el Partido Socialista hasta los exguerrilleros tupamaros, ha gobernado Uruguay desde 2005 de manera consecutiva, por primera vez en la historia y con mayorías parlamentarias.
Las luces de estos 3 mandatos -dos de Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y uno de José Mujica (2010-2015)-, con avances sociales, políticas de salud o reducción de la pobreza, fueron elogiadas en todo el mundo; pero las sombras de la inseguridad o la situación fiscal pegaron fuerte en la población, que, en las urnas, decidió cambiar el rumbo.
2004, CUANDO URUGUAY DESPERTABA DE LA CRISIS
Los Gobiernos de centroderecha dominaron la historia de Uruguay desde la fundación en 1836 de ambos partidos, Nacional (PN) y Colorado (PC), que fueron intercalándose hasta 2005.
El inicio del siglo XXI supuso una durísima crisis regional, que afectó principalmente a Argentina, lo que, unido a problemas internos del país, golpeó al Gobierno del PC, liderado por Jorge Batlle.
Con estas circunstancias y la fuerza con que había crecido el FA -creado en 1971-, Vázquez ganó con gran comodidad en primera vuelta de las elecciones de 2004 para dar un histórico giro hacia la izquierda.
El clamor popular por el FA y la figura de Vázquez, quien ya había ganado para esa coalición la intendencia de Montevideo en 1990, se hicieron notar en las urnas y en los festejos por la victoria.
UN QUINQUENIO CENTRADO EN SALUD, ECONOMÍA Y EDUCACIÓN
El primer Gobierno del FA tuvo tres pilares: la salud, la economía y la educación. En este sentido, el primer mandato de Vázquez, oncólogo de profesión, tuvo desde el inicio una fuerte lucha contra el tabaquismo.
Los politólogos Alfonso Lessa y Antonio Cardarello coinciden en que ese período fue el de mayor fuerza, pues se acometieron varias reformas para la recuperación del país.
«Es un Gobierno que hizo toda esa serie de políticas que termina con una evaluación muy alta sin precedentes por encima del 70 o 80 % y que todo hacía prever que esa situación iba a favorecer a un segundo Gobierno del FA», dice a Efe Cardarello.
Lessa, por su parte, detalla otros aspectos relevantes para que Uruguay «terminara de salir de la crisis» durante ese período, como la aplicación del Plan Ceibal, con la inclusión de computadoras e internet en todo el país, o la «política antitabaco».
Desde finales de 2005 se prohibió fumar en espacios cerrados y, posteriormente, hubo otras medidas como aumento de precios, eliminación de publicidad u obligatoriedad de etiquetados especiales.
Esto ocasionó un juicio millonario de la tabacalera estadounidense Philip Morris contra el Estado uruguayo, que acabó con una sentencia ejemplar contra aquella.
En materia económica, la dura crisis de 2002 dejó consigo una pobreza cercana al 40 % y ello llevó a la creación del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y un Plan de Asistencia Nacional a la Emergencia Social (Panes) para atender a los más vulnerables.
La reducción constante de la pobreza, que actualmente ronda el 8 %, ha sido uno de los mayores logros del FA en estos 15 años.
ABORTO Y UN CONFLICTO BILATERAL CON ARGENTINA
Uruguay hoy tiene aborto legal. Sin embargo, debió aprobarse en dos instancias diferentes.
En 2008, el Parlamento aprobó la Ley de Salud Sexual y Reproductiva que legalizaba el aborto. Pero el mandatario decidió aplicar -por religión- el veto presidencial, siendo una de las mayores críticas a su gestión.
Finalmente esta ley se aprobó en 2012 y cuando Vázquez volvió a ser presidente, en 2015, anunció que no la derogaría.
Por otro lado, Uruguay y Argentina mantuvieron durante todo su primer mandato un conflicto bilateral por la instalación de una planta de pasta de celulosa en el departamento de Río Negro.
Manifestantes argentinos bloquearon los puentes internacionales en medio del conflicto que culminó con denuncias en la Corte Internacional de Justicia y, finalmente, se resolvió crear un Comité Científico para controlar la contaminación del río Uruguay.
MUJICA, EL GUERRILLERO CON ALCANCE MUNDIAL
La popularidad del FA y los buenos índices de aceptación hicieron que José Mujica ganara sin dificultades las elecciones de 2009 para conseguir el segundo gobierno consecutivo del FA.
El «Pepe», como es conocido, se erigió en una figura reconocida mundialmente por su carisma, su estilo campechano y su forma de vida con la que era tildado como «el presidente más pobre del mundo».
No obstante, ambos expertos coinciden en señalar que el período más bajo del FA durante 15 años fue su mandato, pese a su popularidad y el impulso de leyes sociales (aborto, matrimonio igualitario o legalización de la marihuana).
«Es un político con una enorme capacidad para juntar votos, acumular poder político, pero demostró que no es un buen gestor (…). El segundo Gobierno de Vázquez tuvo muchos problemas que heredó del Gobierno de Mujica, proyectos que no se terminaron nunca, proyectos que se gastó mucho dinero y no se concretaron», afirma Lessa.
Para Cardarello, Mujica puso a Uruguay «en la vidriera» mundial con las leyes sociales; sin embargo, sostiene que en términos de gestión a ese Gobierno «no le fue tan bien» por «algunos problemas» y una desaceleración de la economía.
Por ejemplo, la aerolínea Pluna, fundada en 1932, fue uno de los mayores fracasos frenteamplistas, ya que los malos resultados en la gestión de la empresa y una cuestionada subasta de aviones -que culminó con el procesamiento de los entonces ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y presidente del Banco República, Fernando Calloia- llevaron a su quiebra en 2012.
VÁZQUEZ, EL LÍDER INCOMBUSTIBLE
Pese a sus 74 años, Vázquez decidió en 2014 volver al ruedo político y ser candidato nuevamente a las elecciones presidenciales.
En unos comicios más reñidos, se impuso al actual presidente electo, Luis Lacalle Pou, para iniciar el tercer gobierno de izquierda, que ya no tuvo el tinte reformista de su anterior gestión.
Además de su hermetismo en comunicación, debió afrontar problemas políticos como la renuncia de su vicepresidente, Raúl Sendic, quien debió abandonar el cargo por un caso de corrupción.
SEGURIDAD Y VENEZUELA, PUNTOS CALIENTES
Uno de los factores que más incidió en el mal resultado electoral de las elecciones de 2019 fue la seguridad pública. En estos 15 años de gobierno, el Gobierno no supo hacer frente a los delitos que aumentaron casi todos los años.
Los asuntos internacionales también dieron que hablar. La postura de Uruguay sobre la crisis en Venezuela ha sido uno de los temas más discutidos, sobre todo por la buena relación que el Gobierno mostró con sus pares venezolanos (fundamentalmente con el fallecido mandatario Hugo Chávez, 1999-2013).
El estallido social, político y económico en Venezuela, que hizo que muchos países tacharan de dictador a Nicolás Maduro, colocó a Uruguay en una postura intermedia que buscó el «diálogo» entre las partes para solucionar la crisis. (EFE)