El secretario de la OEA no se pronuncia en la investidura de Lacalle Pou en Uruguay

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se encuentra en Montevideo este domingo para acudir a los actos de toma de posesión del nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, pero no quiso hacer declaraciones a la prensa.

El que fuera canciller uruguayo durante el Gobierno de José Mujica (2010-2015) salió del céntrico hotel de Montevideo donde se encontraba alojado, pero rehusó efectuar manifestaciones a los pocos medios presentes a las puertas del mismo, entre ellos Efe, para dirigirse al Palacio Legislativo.

Allí tendrá lugar el primer acto oficial de la ceremonia de toma de posesión de Lacalle Pou, el juramento oficial del cargo.

El viaje de Almagro, en medio de su campaña para la reelección a la que se presenta a finales de marzo, tiene lugar pocos días después de que el periódico estadounidense The Washington Post publicase un informe de dos especialistas en integridad electoral del MIT Election Data and Science Lab.

Este estudio concluía que «no hay ninguna evidencia estadística de fraude» en las elecciones presidenciales de octubre pasado en Bolivia, que daban por ganador al expresidente Evo Morales, quien, por presiones militares, abandonó el cargo.

Dicho informe contradice claramente las conclusiones del informe publicado por la OEA en noviembre.

Almagro, que llegó a Uruguay después de participar el jueves y viernes en Jamaica en la IV Reunión Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), aspira el 20 de marzo a la reelección en un proceso en el que competirá con la expresidenta de la Asamblea General de la ONU, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa; y el embajador de Perú en Estados Unidos, Hugo de Zela.

El futuro Gobierno de Lacalle Pou ya ha anunciado que apoyará dicha reelección de Almagro, quien para continuar cinco años más en el cargo necesita el respaldo de 18 de los 34 países que son miembros activos de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa desde 1962).

Almagro llegó a la OEA en marzo de 2015 aupado por la izquierda uruguaya y con el aplastante apoyo de 33 de los 34 países del organismo.

Tras asumir el poder, se convirtió en una de las voces más críticas con Maduro y en un secretario general atípico que ha tomado polémicas medidas para abordar la crisis en Venezuela, como la recopilación de información para denunciar al Ejecutivo de Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI).

En septiembre de 2018, Almagro llegó a decir que no debía descartarse la intervención militar para derrocar al «régimen» de Maduro, posicionamiento que hizo que en 2018 su partido, el Frente Amplio (FA, izquierda), le expulsara por unanimidad. (EFE)

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