La Fiscalía uruguaya investiga al menos dos casos de posibles violaciones a las disposiciones sanitarias impuestas a personas infectadas con coronavirus COVID-19, según dijeron este miércoles a Efe fuentes de esa institución.
De acuerdo con esto, explicaron que la mencionada transgresión pudo haberse dado con la visita de terceros a la casa de las personas enfermas y no con la salida de estas de su domicilio.
En caso de comprobarse una violación, aseguraron que las personas afectadas podrían enfrentarse a una pena de entre tres y veinticuatro meses de prisión, según subraya el artículo 224 del Código Penal, en el que se mencionan los delitos contra la salud pública.
«El que mediante violación a las disposiciones sanitarias dictadas y publicadas por la autoridad competente para impedir la introducción o propagación en el territorio nacional de enfermedades epidémicas o contagiosas de cualquier naturaleza, causare daño a la salud humana o animal, será castigado con tres a veinticuatro meses de prisión», reza el Código.
Asimismo, apunta que «será circunstancia agravante especial de este delito si del hecho resultare un grave perjuicio a la economía nacional».
Una de las situaciones investigadas, según detallaron este miércoles varios medios locales y confirmó Efe, gira en torno a Carmela Hontou, una diseñadora uruguaya de 57 años que fue una de las primeras cuatro personas afectadas en el país -todas ellas procedentes de España o Italia- y que podría haber comenzado una cadena de contagios.
De hecho, su nombre resuena por estos días en diversas publicaciones de Twitter e Instagram y en varios mensajes de WhatsApp, debido a que acudió a una boda poco tiempo después de arribar al país desde Milán (Italia).
Según ella misma confirmó durante una entrevista con el portal argentino Infobae, durante el verano austral viajó dos veces a Europa y en la primera de estas salidas se sintió mal, hasta el punto de tener 41 grados centígrados de fiebre, por lo que debió ser vista por un médico.
«Yo tengo un reflujo muy importante y eso me afecta respiratoriamente. Le dije al médico de todo ese tema (el coronavirus), pero no hizo caso. No era, en ese momento, un tema que estuviera en el tapete», detalló.
Seguidamente, puntualizó que a la vuelta de su segundo viaje y al arribar al Aeropuerto de Carrasco, la principal terminal aérea de Uruguay, consultó si no tenía que someterse a algún control y le dijeron que no, por lo que continuó con su vida y decidió ir al casamiento.
Con este asunto en boca de muchos, Hontou subrayó que en Uruguay es vistas «como una terrorista» y que el «linchamiento» en las redes la está quebrando. (EFE)
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